Autor: Jean Echenoz (1947-)
Título original: Lac (1989)
Traducción: Josep Escué
Cubierta: Julio Vivas
Ilustración de cubierta: A. Mazzoni
Editor: Editorial Anagrama (Barcelona)
Fecha de edición: 1991
ISBN: 978-84-339-1136-0 (84-339-1136-8)
Depósito legal: B. 12648-1991
Estructura: 25 capítulos
Información sobre impresión:
Libergraf, S.A, Constitució, 19, 08014 Barcelona
Información de contracubierta:
Recientemente galardonada con el Premio Europa de Literatura en su primera convocatoria, Lago es una diabólica novela de espionaje que al mismo tiempo puede leerse como una sutilísima parodia del género. Franck Chopin, de profesión entomólogo y agente secreto a tiempo parcial, reparte sus intereses entre el estudio de las moscas y las mujeres de su vida. Entre éstas ocupa un sitial privilegiado la bella y enigmática Susy Clair, cuyo esposo Oswald, diplomático francés, desapareció misteriosamente seis años atrás sin que el caso fuera jamás resuelto.
Vital Veber, alto dignatario extranjero que acaba de llegar a Francia, se aloja en el suntuoso Parc Palace du Lac, protegido por dos gorilas infranqueables: la pulposa Perla Pommeck y el brutal Rodion Rathenau. El coronel Seck, superior jerárquico de Chopin, le encomienda la vigilancia de Veber, sospechoso de infamias sin cuento. Seck tiene en alta estima el desempeño de Chopin, cuya especialidad consiste en colocar minúsculos micrófonos en sus moscas para sí escuchar las conversaciones de los sujetos vigilados. El miope y flemático Chopin se instala, pues, con sus artilugios en el Palace, donde los diversos hilos de la trama se atan y desatan vertiginosamente.
En resumen, una novela tan trepidante como divertida, poblada por una galería de personajes sorprendentes, que atrapa al lector en una trama seductora, sutilmente entretejida y magistralmente resuelta.
“Lago es el arte de la frontera, de la ambigüedad, de lo real y lo fantástico, de la tragedia y del absurdo. También de una distancia que el novelista conquista gracias al humos... Las dulces violencias de Jean Echenoz con la lengua y la gramática son actos de amor, signos vitales de esas pequeñas revoluciones que conforman la gran literatura.” (Michèle Gazier)
“En Lago encontramos desde el comienzo la intención de descalificar todo realismo. Es un buen punto de partida: la realidad ya existe, no vale la pena copiarla de nuevo. En su lugar, Echenoz nos ofrece un universo puramente literario, desprovisto de angustias existenciales y esenciales... Echenoz reivindica el artificio como fuente de belleza.” (Patrick Grainville, Le Figaro)
“Decir que Jean Echenoz es el novelista más significativo de los años 80 es, simplemente, la constatación de que entre este escritor y la realidad de su época —lo imaginario forma parte, evidentemente, de esta realidad, o viceversa— existen connivencias y simpatías tan fuertes que, si tuviera que explicarse esta época, debería hacerse con los libros de Echenoz.” (Pierre Lepape, Le Monde)
“A sus 43 años, el novelista de Lago se configura como el mejor escritor de su generación.” (Jean-Louis Ezine, Le Nouvel Observateur)
Información de solapas:
Jean Echenoz (Orange, 1949) es el autor de cuatro novelas: El meridiano de Greenwich (1979), Cherokee (Premio Médicis 1983), La aventura malaya (1987) y Lago (1989), todas ellas publicadas en castellano en esta colección. En el Salon du Livre de París de 1988, Jean Echenoz fue galardonado con el Premio Gutenberg como “la mayor esperanza de las letras francesas”. Asimismo, en una encuesta realizada por Le Nouvel Observateur, Jean Echenoz fue elegido el novelista internacional más relevante para la década de los noventa. Lago, que ya había conseguido el Premio Gutenberg a la mejor novela francesa, obtuvo en 1990 el European Literary Prize en su primera convocatoria, otorgado a la mejor obra de ficción publicada en los tres últimos años en los nueve países de la Comunidad Europea. El jurado estuvo compuesto por relevantes críticos designados por los ministerios de cultura de los nueve países comunitarios. Resultó primer finalista Roberto Calasso con Las bodas de Cadmo y Harmonía.
MI COMENTARIO:
MI COMENTARIO:
Un entomólogo llamado Franck Chopin (los
personajes de la novela tienen nombres con connotaciones graciosas) se dedica a
tareas de espionaje en Francia. El coronel Seck, oscuro personaje de las
sombras gubernamentales, le encarga obtener información de Vital Veber, un
importante funcionario del bloque del Este, que acaba de arribar a París. Esta línea
argumental se va mezclando con la vida personal de Chopin y su aventura amorosa
con Susy Clair, una mujer cuyo marido, un diplomático, había desaparecido
misteriosamente tiempo antes. Las otras protagonistas de la novela son sus
moscas, que prepara para que carguen con minúsculos equipos que graban las
conversaciones y movimientos de las personas que sigue y vigila.
Echenoz, considerado un autor fundamental de
las letras francesas desde hace tres décadas, entrega con Lago un relato
preciosista, minimalista, sofisticado y por momentos poético, pero todo en una
secuencia de hechos que no lleva a ningún lugar, sin un desenlace dramático o
de cualquier otro tipo. Para Echenoz, lo importante no es lo que se cuenta,
sino cómo se cuenta. Le da a cada capítulo y cada párrafo una autonomía reluciente,
basada en una escritura exquisita pero a la vez muy pensada, hasta rebuscada. A
veces logra textos dulces, otras veces son simplemente edulcorados. Sólo sale de su
preciosismo cuando parece aludir a sí mismo, a sus propias manías y gustos, por ejemplo el cariño sexual. El
mensaje de Lago sería: “El mundo es como es, no se puede cambiar, no hay que
desesperarse, sólo queda elegir la forma de contar su deriva”.
En cierta manera, es un libro invalorable, en
el sentido de que no puede dársele un valor dentro de una escala. Puede
gustarte un párrafo y desilusionarte el siguiente. No hay un crescendo en la
obra. El final es un antifinal: donde debería haber desesperación, simplemente
hay una nueva mirada del papel que tuvieron los protagonistas de la historia. Chopin no logra su objetivo, Suzy Clair encuentra a su marido, los
rusos ganan un espía, pero en realidad todo eso poco importa. La caída del Muro
de Berlín está muy cerca.
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