Título: Yo fui la espía que amó al comandante: una vida de película: de los
campos nazis a Fidel Castro, la CIA y el asesino de Kennedy
Autora: Marita Lorenz (1939-2019)
Colaboración: Idoya Noain
Cubierta: Departamento de Arte
y Diseño, Área Editorial Grupo Planeta (diseño de col. y cub.); AP-Photo/Gtress
(foto)
Editor: Paidós, Ariel (Buenos
Aires)
Edición: 1ª ed. en Argentina
Fecha de edición: 2015-07
Descripción física: 270 p.; 15,5x23,5
cm.: solapas
Serie: Colección Realidad
ISBN: 978-987-3804-15-1
Estructura: ver contenido
Información sobre
impresión:
Impreso en Master Graf, Moreno 4794 - Munro, Provincia de Buenos Aires, en junio de 2015.
Tirada: 4.000 ejemplares
Información de
contracubierta:
Pocas personas pueden decir que han visto pasar una parte fundamental de la historia del siglo XX ante sus ojos. No como meros espectadores, sino casi devorándola. Marita Lorenz es una de ellas.
Nació en Alemania en 1939, en vísperas de la invasión de Polonia. Su padre, alemán, era capitán de barco; su madre, americana, había sido actriz. De niña estuvo internada en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Poco después de acabar la guerra, con siete años, fue víctima de una violación.
Se embarcó a menudo con su padre en los años siguientes. En 1959 llegó a bordo del Berlin a La Habana revolucionaria. Un grupo de barbudos, encabezado por Fidel Castro, subió al barco. El flechazo fue inmediato. Una semana después, el Comandante enviaba a buscarla a Nueva York y la convertía en su amante. Tenía diecinueve años.
Pronto se descubrió embarazada, pero la sometieron a una intervención y el bebé no llegó a nacer... O al menos eso le dijeron. La CIA convenció a Marita de que Fidel era el responsable de lo ocurrido y la enviaron de vuelta a La Habana con la misión de asesinarlo, pero fue incapaz de hacerlo: seguía enamorada de él.
Puede parecer suficiente para llenar dos vidas, pero hay más. De regreso a Miami, conoció al ex dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, y tuvo con él una hija. En noviembre de 1963, viajó de Miami a Dallas en un convoy del que formaban parte Frank Sturgis, uno de los detenidos en el Watergate, y un tal Ozzie, es decir, Lee Harvey Oswald. Más tarde fue party girl de la mafia neoyorquina e informante de la policía. Se casó y tuvo un hijo con un hombre que espiaba a diplomáticos soviéticos para el FBI.
La historia de Marita
tiene luces y sombras. Pero sobre todo es una historia de amor y peligro. La de
una espía que, por encima de todo y a pesar de sí misma, amó al Comandante.
Contenido:
Índice
De la historia oficial a la verdad
1. No hables, no pienses, no respires
2. La Alemania de Fidel
3. Una misión imposible: matar a Castro
4. Pérez Jiménez, mi segundo dictador
5. Dallas, noviembre de 1963
6. Segura en la selva
7. Mafia girl y espía en Nueva York
8. El regreso de Fiorini, mi propio Watergate
9. Hijos de Cuba
10. Una historia de película
Epílogo: Debería ser feliz
Autora: Marita Lorenz (1939-2019)
Impreso en Master Graf, Moreno 4794 - Munro, Provincia de Buenos Aires, en junio de 2015.
Tirada: 4.000 ejemplares
Pocas personas pueden decir que han visto pasar una parte fundamental de la historia del siglo XX ante sus ojos. No como meros espectadores, sino casi devorándola. Marita Lorenz es una de ellas.
Nació en Alemania en 1939, en vísperas de la invasión de Polonia. Su padre, alemán, era capitán de barco; su madre, americana, había sido actriz. De niña estuvo internada en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Poco después de acabar la guerra, con siete años, fue víctima de una violación.
Se embarcó a menudo con su padre en los años siguientes. En 1959 llegó a bordo del Berlin a La Habana revolucionaria. Un grupo de barbudos, encabezado por Fidel Castro, subió al barco. El flechazo fue inmediato. Una semana después, el Comandante enviaba a buscarla a Nueva York y la convertía en su amante. Tenía diecinueve años.
Pronto se descubrió embarazada, pero la sometieron a una intervención y el bebé no llegó a nacer... O al menos eso le dijeron. La CIA convenció a Marita de que Fidel era el responsable de lo ocurrido y la enviaron de vuelta a La Habana con la misión de asesinarlo, pero fue incapaz de hacerlo: seguía enamorada de él.
Puede parecer suficiente para llenar dos vidas, pero hay más. De regreso a Miami, conoció al ex dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, y tuvo con él una hija. En noviembre de 1963, viajó de Miami a Dallas en un convoy del que formaban parte Frank Sturgis, uno de los detenidos en el Watergate, y un tal Ozzie, es decir, Lee Harvey Oswald. Más tarde fue party girl de la mafia neoyorquina e informante de la policía. Se casó y tuvo un hijo con un hombre que espiaba a diplomáticos soviéticos para el FBI.
Índice
De la historia oficial a la verdad
1. No hables, no pienses, no respires
2. La Alemania de Fidel
3. Una misión imposible: matar a Castro
4. Pérez Jiménez, mi segundo dictador
5. Dallas, noviembre de 1963
6. Segura en la selva
7. Mafia girl y espía en Nueva York
8. El regreso de Fiorini, mi propio Watergate
9. Hijos de Cuba
10. Una historia de película
Epílogo: Debería ser feliz
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