Autor: Guy des Cars (1911-1993)
Título original: Le Gran Monde (1961)
Traducción: [s.d.]
Editor: Goyanarte Editor (Buenos Aires)
Edición: 4ª ed.
Fecha de edición: 1978-04-13
Serie: Las mejores novelas
Estructura: [s.d.]
Información sobre impresión:
Esta edición se terminó de imprimir en el
Establecimiento Gráfico San Javier, en la calle Chile Nº 987, Avellaneda, Prov.
de Bs. As., el día 13 de abril de 1978.
Información de contracubierta:
El GRAND MONDE es una especie de inmenso bar
situado en los suburbios de Saigón. La trama gira alrededor de la búsqueda de
un documento que daría a la potencia que lo descubriera el secreto de un
importante yacimiento de uranio, es decir, la supremacía atómica mundial. Nunca
había entrado hasta ahora Guy des Cars en el mundo apasionante de la política.
Hoy lo hace con su habitual, imparcial agudeza. Deja solamente en pie el
inagotable interés del relato que toma al lector en un torbellino irresistible,
embrujador.
Y a lo largo de toda la obra flota un poco el
espíritu de lo expresado por uno de los personajes del libro: “El día en que
China posea esta fuerza destructora y su población alcance los mil millones de
habitantes, no vacilará en pasar el mundo a sangre y fuego. Pues, ¿qué creen
ustedes que pueda importarle a China perder ciento cincuenta millones de
hombres?”
Hemos dividido esta obra de Guy des Cars en
tres partes. Ello se hizo tomando en consideración el acceso, del lector, a la
hermosa aventura del personaje central que divide su existencia en tres partes
perfectamente identificables: la ruina, la aliada, la traición. La
reconstrucción de un hecho real donde comienza la destrucción de los distintos
parajes mientras que el mensaje se va adentrando en la idiosincrasia del mundo
fascinante de Asia. Al dividir este título central de “El Grand Monde” en forma
esperada se busca que el lector pueda llevar consigo esta hermosa historia.
¿Leyó usted la primera y la segunda parte?
Encontró en ellas a la ruina, y a la aliada, mientras que en ésta ubicará la
traición en plenitud de medios, como se desenvuelve en el mundo asiático de
tiempo atrás. La realidad fascina.
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