Título: La cabeza de la hidra
Autor: Carlos Fuentes
(1928-2012)
Cubierta: Julio Roca
Editor: Argos-Vergara
(Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1978-02
Descripción física: 286 p.;
13,5x20 cm.: solapas
ISBN:
978-84-7017-507-7 (84-7017-507-6)
Depósito legal: B.
7.471-1978
Estructura: 4
partes, 50 capítulos, epílogo
Información sobre
impresión:
Impreso por Chimenos,
S.A., Carretera Nacional 152, Km. 26, Coll de la Manya, Granollers (Barcelona)
Información de solapas:
LA CABEZA DE LA HIDRA
representa, dentro de la narrativa contemporánea, un caso insólito: por la
originalidad de su trama, y por la hábil conjunción de elementos dispares,
manejados con singular maestría por un Carlos Fuentes en plena madurez
artística.
Confiriendo a su relato
el carácter de novela de intriga, pero dándole la vuelta al género, el autor
mexicano nos brinda una obra en la que, por fin, lo actual —en este caso, la
supuesta pugna entre árabes y judíos en su afán de asegurarse el monopolio de
las reservas petrolíferas mexicanas— sirve de elemento natural de inspiración a
un artista sensible a los problemas de su tiempo, ajeno a cualquier oportunismo
comercial o a los dictados de una mosa pasajera.
Por el contrario, el
gran novelista que es Carlos Fuentes utiliza tales elementos para ofrecernos su
visión del Poder, “águila bicéfala” que mueve a los hombres como peones y que,
cual hidra, multiplica sus cabezas, cada vez más feroces, sin que en este caso
exista, como en el mito clásico, el posible héroe que la destruya.
Recurriendo, como
hizo en Aura, Cambio
de piel o Zona sagrada, a lo alucinante, a lo surreal, y asimismo
moviéndose en la frontera de lo irreal y lo tangible, lo fantástico y lo
absurdo, en la que el factor ético-político se erige en verdadero nudo de la
obra, Carlos Fuentes imprime a LA CABEZA DE LA HIDRA el carácter de una
corrosiva, amarga e irónica reflexión sobre el destino humano, encarnado en
Félix Maldonado, protagonista de esta nueva pesadilla kafkiana, al final de la
cual terminará como empezó: como un burócrata que, aun con un nuevo rostro y un
nuevo nombre, será manejado por sus superiores y conducido, sin duda, a un acto
irreversible: el asesinato del Presidente.
No hay comentarios :
Publicar un comentario