.jpg)
Autor: Jack Higgins (1929-)
Título
original: Touch
the devil (1982) \ Nº 2 en la serie “Liam Devlin”
Traducción: Edith Zilli
Cubierta: Marigot
Editor: Círculo de Lectores (Bogotá)
Fecha
de edición: 1984
Descripción física: 239 p.; 12,5x20,5 cm.: tela con sobrecubierta
Estructura: prólogo, 15 capítulos
Información
sobre impresión:
Edición no abreviada
Licencia editorial para Círculo de Lectores por cortesía de Emecé Editores
Impreso y encuadernado por
Editorial Printer Colombiana Ltda.
Calle 64, 88A-30
Bogotá · 1984
Información
de solapas:
El difícil equilibrio político que las grandes
potencias se han planteado, como respuesta a las hegemonías, generó después de
la Segunda Guerra, una acción soterrada de información y contrainformación, de
la que emergieron algunos héroes y otros que cayeron en el intento. La forma
fría y calculada de sus operaciones, legitimó el procedimiento, sobreponiendo a
los principios éticos el factor decisivo de la eficacia, en la más pura
tradición filosófica de Maquiavelo. Su estructura era vulnerable y a la delación,
el chantaje, el crimen interesando y el cinismo, siguió el terrorismo. Bakunin
quedaba lejos con su feroz ideología ácrata, aunque aprovechando su sombra
surgía un trepidante ejército de ajusticiadores, mercenarios, pistoleros y
dinamiteros, dispuestos a hacer saltar por los aires a naciones y pueblos.
Frank Barry es uno de esos iluminados y el Servicio de Inteligencia Británico
tiene especial interés en silenciarlo. Las razones de estado vuelven a ser
cruciales en la decisión. Para conseguirlo, se recluta a Martin Brosnan, una
especie de Napoleón del crimen, culto y refinado en sus procedimientos, y sobre
todo, certero. Su perversidad es exquisita y la ocasión en que se le encomienda
liquidar a un oficial inglés, cambia de opinión, recompensándolo con una flor.
Para cumplir la operación, Frank Barry debe ser liberado de la cárcel de “Belle
Isle”, en Francia. Con la colaboración de Liam Devlin, compinche de Brosnan y
mediante una fuga perfectamente calculada, Barry recupera su libertad. A partir
de este momento se inicia la cacería a través de Francia, Irlanda e Inglaterra,
donde Barry debe realizar una importante operación. La aventura culmina en el
número 10 de Downing Street, sede habitual del gobierno que preside Margaret
Thatcher, y por supuesto, la temeridad paga su precio y la jugada, por esta
vez, ha fracasado.
No hay comentarios :
Publicar un comentario