Autor: John Gardner (1926-2007)
Título original: The
Dancing Dodo (1978)
Traducción:
Veronica Head
Cubierta: Juan
M.M. Valdueza
Editor: Editorial
Campus (Madrid)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición:
1978-06
Descripción física: 433 p.; 13x19 cm.: solapas
Serie: Nuestro
tiempo
ISBN:
978-84-85293-04-9 (84-85293-04-5)
Depósito legal:
B. 24.342-1978
Estructura: nota
de autor, 41 capítulos
Información sobre impresión:
Fotocomposición:
Comphoto. Anzuola, 2. Madrid-2.
Imprime Velograf.
Tracia, 17. Madrid-17
Información de solapas:
Cada año, la zona
pantanosa de la costa sur de Inglaterra alumbra nuevos secretos de la II Guerra
Mundial. Después de más de treinta años se siguen descubriendo restos de
aviones, junto con sus tripulaciones; británicos, americanos y alemanes. Esto
es real.
Durante el caluroso
verano de 1976, los restos de un bombardero bimotor Martin Marauder emergió en
Romney Marsh. El chasis y los números del motor son identificados. El avión
perteneció a un Escuadrón de la Fuerza Aérea del 8.° Ejército de los Estados
Unidos estacionado en Norfolk. Le apodaban Dancing Dodo.
Las placas de
identificación, en los restos de los seis cuerpos, coinciden con las de los
miembros originales de la tripulación del Dancing Dodo y un oficial de la RAF.
Las piezas encajan, hasta que el Departamento de Localización, en Washington, y
los archivos del Ministerio de Defensa, en Londres, revelan el hecho de que el
Dancing Dodo no se perdió durante la guerra y que los miembros muertos de la
tripulación están todavía muy vivos.
David Dobson, un jefe
de escuadrón del 13 (Aire) —un pequeño departamento del MOD— colabora con el
coronel Bud Hackstead de USAF. Su misión: examinar las evidencias y aclarar el
misterio. Dobson opina que el 13 (Aire) es un “cementerio donde entierran las
carreras moribundas de los oficiales de la RAF”. Su propio pasado es torturado
por un error que hace poco probable el que vuelva nuevamente al mando de una
escuadra operacional.
El trabajo es de
rutina y lo ve como una simple y aburrida “caza de papeles”.
Algún funcionario ha
cometido un error que se repitió a través de los años. Pero muy pronto los
hechos llegan a ser indiscutibles. Así empieza una investigación militar que
llevó a Dobson y a Hackstead a los campos aéreos de East Anglia cuando “los
cielos no estaban tranquilos”; a los hangares de la Royal Aircraft
Establishment, en Farnborough, donde los restos son cuidadosamente
reensamblados; a los archivos; a los aeródromos secretos desde donde se
proyectaron las operaciones aéreas al corazón de la fortaleza europea de
Hitler, a mediados de los años 40.
Esta investigación les
lleva a enfrentarse con hombres cuyos recuerdos no han sido afectados por el
paso del tiempo; la intriga y el horror que existía hace más de tres décadas y
que ahora están adormecidas como una bomba de tiempo marcando las últimas horas
de la Europa que conocemos hoy día.
En Dancing Dodo, John Gardner, ha pintado un cuadro
inquietante y verosímil de hechos y personas del pasado y del presente. Su
novela es también una alegoría apasionante sobre la mortal herencia que dejan
las guerras a las generaciones venideras.
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