Autor: Hans Hellmut Kirst (1914-1989)
Título original: Die letzte karte spielt der tod (1955)
Traducción: Aníbal Leal
Editores: Ediciones Siglo Veinte (Buenos Aires)
Fecha de edición: 1974-01-31
Descripción física: 269, 2 p.; 16x22,5 cm.: solapas
Estructura: [prefacio], [prólogo], secciones sin numeración
Información sobre impresión:
Este libro se terminó de imprimir el 31 de enero de 1974 en los Talleres “El Gráfico/Impresores”, Nicaragua 4462, Bs. As.
Esta edición consta de 3000 ejemplares.
Información de solapas:
Las guerras no se definen solamente en los campos de batalla. Entre bastidores tiene lugar el juego del espionaje, tan antiguo como la guerra misma. A Ricardo Sorge, el último gran espía solitario, le cabe un lugar en la galería de esas figuras históricas, porque contribuyó con su inteligencia a decidir el destino alemán en la Segunda Guerra Mundial. La genialidad de su talento consistía en relacionar con asombrosa seguridad los confusos hilos de la política y tejerlos luego con la trama de su astucia.
De naturaleza vital y desorbitada, bebedor, jugador y mujeriego sin igual, llevó una vida desconcertante que al par que se nutría en el más desmedido individualismo alentaba la tremenda contradicción de apoyar un régimen en el que la individualidad se negaba. Mientras hacía historia a escala mundial, sin embargo, su soledad cobró proporciones dramáticas que desmoronaron su personalidad, aun antes de pagar con la muerte su audacia sin par.
Ricardo Sorge constituyó así la culminación y el final del gran capítulo del espionaje protagonizado por solitarios; con él termina esa “aventura” fascinante, para luego ser remplazada por la organización de funciones perfectamente sincronizadas, en la que los individuos en cuanto tales no cuentan.
Hans Hellmut Kirst, famoso mundialmente por su trilogía del Cabo Asch, llevada asimismo a la pantalla, analiza esta compleja y cautivante personalidad, en el trasfondo de la más mundial de las guerras que se ha dado en la historia del hombre, reconstruyendo los escalofriantes entretelones de un espionaje planteado en el nivel de decisión mundial.
4 comentarios :
Cordial saludo.
Me parece que a Ricardo Sorge no se le ha mostrado con la magnitud y la inteligencia que le hanm desconocido, tanto sus camartadas como sus detractores, se le puede hacer un analisis politico, pero eso si, dejando por completo el apasionamiento, tanto politico como moral, analizarlo desde todos los angulos, no mirando unicamente su credo politico, me parece que a pesar de todos los errores que pudo haber tenido, si hizo algo a favor de la humanidad, en especial por los europeos, si ello no hubiere ocurrido, de pronto, estariamos en un regimen nazi
Alfredo Arrubla Ossa
Sí, es cierto. Los grandes espías en general deberían tener un mejor tratamiento, y una mayor audiencia en la actualidad, sobre todo los de la Segunda Guerra Mundial, donde se decidían los destinos de los pueblos desde la capacidad de unos pocos hombres.
Muchas gracias por tu comentario.
Buenos Dias, Richard Sorge fue mi tatara abuelo, el mes proximo viajo a japon Dios mediante a conocer su tumba. Despues les envio fotografias.
Mi abuelo me contaba historias increibles, que con el paso de los años fui investigando y dandome cuenta que fueron muy provables. Un abrazo, Dios los Bendiga.
Desde ya espero sus fotografías. Es muy interesante que sea descendiente de semejante personaje. Debe conocer una parte importante de la historia del espionaje. Saludos y suerte en el viaje!
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