viernes, 4 de junio de 2021

LAS NOCHES DE LOS CUCHILLOS LARGOS, de Hans Hellmut Kirst (Plaza & Janés)

Título:
Las noches de los cuchillos largos
Autor: Hans Hellmut Kirst (1914-1989)
Título original: Die Nächte der langen Messer (1975)
Traducción: Ángel Sabrido
Editor: Plaza & Janés Editores (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1984-05
Descripción física: 268, 1 p.; 15x21,5 cm.: solapas
Serie: Novelistas del día
ISBN: 978-84-01-30405-7 (84-01-30405-9)
Depósito legal: B. 18.214-1984
Estructura: “Preludio en Lugano”, 9 capítulos, “Epílogo en Lugano”
Información sobre impresión:
Este libro se imprimió en los talleres de GRÁFICAS GUADA, S.A.
Virgen de Guadalupe, 33
Esplugues de Llobregat.
Barcelona
 
Información de cubierta:
Un grupo especial de la SS participó, por orden de Hitler, en muchas “noches de los cuchillos largos”.
 
Información de contracubierta:
Un día del año 1933, el Sturmbannführer Wesel, uno de los hombres de confianza de Hitler, se presentó en los campos de instrucción de la SS, con la misión de elegir seis hombres jóvenes para formar una unidad especial que fuera capaz de estar a la altura de cualquier cometido. Habían de ser los mejores hombres, según el criterio de la época: ninguna misión podría resultar demasiado dura para ellos, ni moral alguna sería obstáculo para ejecutar las órdenes recibidas. Aparte de Wesel, sólo Hitler, Himmler y Heydrich conocían la existencia de este grupo juramentado que se preparaba y actuaba en la sombra. Los hombres del “grupo Wesel”, con una obediencia ciega a la “voluntad inquebrantable” de su Führer, llevaron a cabo, sin vacilar, los trabajos más sucios relacionados con la supresión de enemigos políticos. No sólo participaron en “la noche de los cuchillos largos” (en la que se eliminó a Ernst Röhm, jefe de Estado Mayor de la SA), sino que intervinieron en muchas “noches” de violencia y terror.
 
Información de solapas:
Hans Hellmut Kirst nació el año 1914 en Osterode (Prusia Oriental). Durante la época hitleriana —de 1933 a 1945—, Kirst fue soldado y no escribió ni una sola línea. Sin embargo, aquellos doce años fueron determinantes para su posterior carrera literaria. Durante la Segunda Guerra Mundial, luchó en Polonia, Francia y Rusia. Al acabar la contienda, desempeñó las más diversas profesiones: trabajador agrícola, dramaturgo, peón caminero, crítico y jardinero. En 1948, empezó a colaborar en periódicos. Su primera novela, “Wir nannten ihn Galgenstrick”, apareció en 1950. A partir de entonces ha publicado una gran cantidad de obras basadas en el Ejército alemán y en episodios de la última gran guerra. Entre ellas, destacan “La conjura”, “Cero ocho quince”, “Fábrica de oficiales” y “La noche de los generales”, llevada a la pantalla con gran éxito.
 
MI COMENTARIO:
Seis jóvenes alemanes (Siegfried, Hagen, Norden, Hermann, Berner y Bergmann, estos últimos forman una pareja homosexual) son reclutados por el comandante de las SS Waldemar Wesel para formar una unidad secreta destinada a operaciones de sabotaje y asesinato, que sólo rendirá cuentas al Führer. Después de un riguroso entrenamiento, son destinados a misiones como la eliminación de Ernst Röhm, jefe de las SA, la muerte de un diplomático extranjero en Berlín, y finalmente, el montaje y control del primer campo de exterminio, una operación sólo conocida por Hitler, Heydrich y los miembros del comando.
Una novela curiosa, por momentos me hizo recordar a El sueño de hierro, de Norman Spinrad, por su parodia del Tercer Reich. Sólo que aquí Kirst aborda sus personajes desde un hiperrealismo que los muestra como seres sin alma, casi robots que maquinalmente aman y matan. Por cierto, en un momento participan del programa Lebensborn para la producción de bebés de características estrictamente arias. Sólo que una de las mujeres tiene orígenes judíos, por lo cual el compañero eventual debe asesinarla tanto a ella como al bebé engendrado. Todo es siniestro, pero no explotativo, a la manera de Salón Kitty (hay referencia a actividades sexuales de todo tipo, pero sin descripciones explícitas). Un vistazo enceguecedor a estos monstruos del siglo XX.

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