Autor: Jean Lartéguy
(1920-2011)
Título original: Enquête sur un crucifié (1973)
Traducción: Fernando Estrada
Cubierta: Francisco F. del
Carril (diseño)
Editor: Emecé Editores
(Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1974-04
Descripción física: 441, 6 p.; 12,5x18,5
cm.
Serie: Grandes novelistas
Estructura: 3 partes, con varios
capítulos y subcapítulos cada una
Información sobre
impresión:
Buenos Aires, abril
de 1974
Primera edición:
20.000 ejemplares
Editor: Emecé
Editores, S.A. - Alsina 2041, Bs. As.
Impresor: Compañia
Impresora Argentina, S.A. - Alsina 2061, Bs. As.
Distribuidor: Emecé
Distribuidora, S.A.C.I.F. y M. - Alsina 2041, Bs. As.
Información de
contracubierta:
Al principio fue una
simple investigación de rutina. Hans Brucker, asesor jurídico de un gran banco
suizo, necesita probar que uno de sus mejores clientes vive aún; para ello debe
encontrar a Ron Clark y lo busca desde Ginebra a París, de Londres a Saigón y
luego desde Pnom Penh hasta... donde se pierde la huella.
En medio de los
episodios más sangrientos y aterradores del sudeste asiático, esta vibrante
novela tiene un final apocalíptico y conmovedor.
La búsqueda realmente
finaliza.
MI
COMENTARIO:
Hans Julien Brücker, encargado del servicio
jurídico del Consorcio de Bancos Suizos, en Ginebra, tiene que investigar si
Ron Clark, hijo del famoso actor Edwin Clark, sigue vivo luego de desaparecer
el 6 de abril de 1970 en Pico de Pato, entre Pnom Penh y Saigón, cuando
efectuaba un reportaje acerca del ingreso de tropas americanas en Camboya, en
el marco de la Guerra de Vietnam. Está en juego una gran fortuna, sobre la que
tiene especial interés Andrea della Stressa, esposa de Ron. Después de
entrevistar a Andrea y otras mujeres que tuvieron una relación íntima con el
desaparecido (incluida su media hermana Sabrina), Brücker viaja a Saigón para
conocer a quienes se involucraron con Ron durante su aventura indochina. Acompañado
por Victor, una especie de espía internacional, socio de todos los servicios
secretos del mundo, va a Camboya, donde encuentra al cura católico Bertolani,
quien le cuenta el final del aventurero y dos acompañantes en manos de los
vietcongs. Pero ¿lo que cuenta es la verdad?
Lartéguy se muestra como un gran conocedor de
hombres y mujeres en esta novela. No fue un super reportero en vano. Por un
lado está la guerra de las armas, pero antes aparece la guerra interior, la de
los corazones rotos y las esperanzas arruinadas. No es difícil ver en el
personaje de Ron Clark a Sean Flynn, hijo del famoso actor clásico Errol Flynn,
y también actor, que desapareció en Camboya en junio de 1971, mientras
trabajaba como reportero fotográfico. Brücker va recopilando fragmentos de una
vida que mantiene su misterio incluso, o sobre todo, después de su (supuesta)
muerte. Quien sufre una descripción más precisa e implacable es su padre Edwin
Clark, un clon de Sean Flynn, un agujero negro de decadencia y perversión. Lartéguy,
sin querer, escribió uno de los mejores relatos ficticios sobre el lado negro
de Hollywood en la primera mitad de La
búsqueda.
Finalmente, un párrafo aparte para la guerra
de Vietnam y los Jemeres Rojos. Sobre la primera, queda claro que los vietcongs
no luchaban sólo para imponer el comunismo en el sur, sino también para
destruir el estilo de vida de Estados Unidos con la propaganda de sus acciones
bélicas. Sobre los segundos, su sombra aparece en las últimas páginas de la
novela, como reflejo de un grupo de fanáticos decididos a terminar con la
Camboya tradicional de la forma más demencial. Dos años después de la
publicación de La búsqueda, tomarían
Camboya y producirían uno de los mayores genocidios de la historia. El gran
zorro que fue Lartéguy lo pudo intuir.
2 comentarios :
¡Hola!
Estoy intentando contactarte por un libro que publicaste hace un tiempo: SAS 79: LA CAZA DEL HOMBRE EN PERÚ de Gerard de Villiers (http://unaplagadeespias.blogspot.com/2008/09/la-caza-del-hombre-en-per-de-grard-de.html) En el post, mencionaste que lo tenías digital por si alguien lo quería, llevo mucho tiempo buscándolo, ¿aún lo tienes?
Saludos,
M.
Hola, lo tengo, ¿de dónde sos?
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