viernes, 11 de noviembre de 2022

PERON, LA OTRA MUERTE, de Damián Nabot y David Cox (Agora)

Título:
Perón, la otra muerte: el robo de las manos del general
Autores: Damián Nabot; David Cox
Cubierta: Sebastián García (diagramación)
Editor: Grupo Editorial Agora (Buenos Aires)
Fecha de edición: 1997-08
Descripción física: 125 p.; 14x20 cm.
ISBN: 987-96235-0-10 (erróneo)
Estructura: agradecimientos, divisiones sin numeración
Información sobre impresión:
Este libro se terminó de imprimir en el mes de agosto de 1997, en los talleres de Verlap, Comandante Spurr 653, Avellaneda.
 
Información de contracubierta:
¿Para qué, y por quiénes? Las manos de Juan Domingo Perón fueron mutiladas en el cementerio de Chacarita.
Esta meticulosa investigación se propone responder esa pregunta clave. La amenaza ronda la sociedad argentina y toca tanto celebridades políticas, como el general, al igual que a perfectos desconocidos. Al hacerlo intenta transformarlos en seres sin identidad, en N.N. Para que no lo logre hay un sólo camino: restablecer la memoria de cada atacado, de cada ataque. La reconstrucción de nuestra historia permite recobrar la dignidad, metabolizar el terror y evitar las temidas repeticiones. Damián Nabot y David Cox, en su notable reconstrucción escrita con el ritmo de un policial negro, vuelven inteligible una de las operaciones de inteligencia mejor organizadas desde el restablecimiento de la democracia parlamentaria. Por eso, «Perón, la otra muerte» debe incluirse obligatoriamente entre los Documentos de la Argentina.
Alejandro Horowicz
 
MI COMENTARIO:
Esta es la novelización de un hecho real: el robo de las manos del cadáver de Juan Domingo Perón, tres veces presidente de la República Argentina, realizado el 29 de junio de 1987. En su momento fue un escándalo mayúsculo que puso en la cuerda floja a un ya tambaleante proceso de democratización. Hoy en día es un acontecimiento totalmente olvidado, más allá de la reedición de este libro en 2006, la aparición de un par de libros más y la redacción de las notas conmemorativas de rigor. Nabot y Cox plantean que varios espías despedidos durante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín estuvieron implicados en esta sustracción siniestra, con la participación de la logia italiana P2, de gran influencia en la Argentina de entonces. El desastre continuó con la investigación del juez Jaime Far Suau, quién fue abandonado por el arco político y estuvo perseguido por los organizadores del crimen. Varios testigos tuvieron muertes sospechosas, y el propio Far Suau murió en un accidente de tránsito, que bien pudo ser un atentado. El juez termina siendo un personaje trágico, cuyo imparable viaje hacia una rápida muerte y el subsecuente alivio de los políticos con la paralización de la investigación constituyen una dolorosa evidencia de la impunidad reinante en los juegos secretos de la política y la manipulación mediática. ¿Se sabrá algún día lo que realmente ocurrió? Quizás luego que Argentina desaparezca y todos los archivos sobre ella se abran.

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