miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL PUENTE DE CASANDRA, de Robert Katz (Grijalbo)

Título: El puente de Casandra
Autor: Robert Katz (1933-2010)
Título original: The Cassandra Crossing (1977)
Guión original: Tom Mankiewicz (1942-2010), Robert Katz y George Pan Cosmatos (1941-2005)
Traducción: M. Antonia Menini
Editores: Ediciones Grijalbo (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1977-11-25
Serie: Edibolsillo paperback #169
ISBN: 978-84-253-0953-3 (84-253-0953-0)
Depósito legal: B. 47.212-1977
Estructura: 1 nota del autor, 26 capítulos, 1 epílogo, 1 posdata
Información sobre impresión:
Esta obra, publicada por Ediciones Grijalbo, S.A., terminóse de imprimir en los talleres de -Novagrafik, de Barcelona, el día 25 de noviembre de 1977

Información de contracubierta:
Mientras el Expreso Transcontinental avanza velozmente de Ginebra a Estocolmo, un brillante cirujano y una hermosa mujer inician su carrera contra el tiempo, registrando los 204 compartimientos. Su objetivo: localizar al presunto portador de una enfermedad mortal capaz de extender la destrucción como un relámpago.
En el Centro Secreto Internacional de Alerta de Emergencias Sanitarias, Stephen Mackenzie sigue paso a paso el avance del Expreso. Para salvar a Europa de una desastrosa epidemia estaría dispuesto a sacrificar a todos los hombres, mujeres y niños que viajan en el tren. Es sólo suya la decisión de utilizar o no el puente de Casandra, una frágil estructura que cruza sobre un profundo precipicio, que lleva muchas décadas sin utilizarse y que difícilmente podría soportar el peso del Transcontinental...
Los acontecimientos, magníficamente narrados por Robert Katz, son, en sus propias palabras, “verídicos: me han presentado y he conocido en distintos grados de intimidad a muchas de las personas cuya historia se narra en este libro; he seguido el rastro de hierro del Expreso Transcontinental hasta los cielos hostiles del puente de Casandra...”.
El lector se encuentra frente a una historia real que supera en mucho a la ficción, una historia de la cual las autoridades internacionales “por motivos que abrigo la esperanza de poder aclarar, y que, en opinión de algunos, serán más o menos válidos, llevaron a cabo un esfuerzo concertado a fin de ocultar los hechos.”


MI COMENTARIO:
Reconozco que sentía desconfianza sobre un tipo de ficción muy cultivada en los países anglosajones: la novelización. La misma consiste en trasladar a una novela el guión de una película o de una serie de televisión, dándole una forma acorde al subgénero novelístico. Siempre pensé que la lectura de una novela de este tipo sería demasiado previsible cuando uno ha visto la película y ya conoce el final de su historia. Además, la calidad que puede proponer la adaptación de una historia cinematográfica en una obra narrativa parece frágil.
Por suerte, mi primera lectura de una novelización tuvo a El puente de Casandra como protagonista. Robert Katz (recientemente fallecido) hace un gran trabajo, tanto que puedo decir que la novela es mejor que la película. El ritmo es trepidante, la narración segura y la progresión coherente. Por otro lado, la caracterización de los personajes nunca busca la profundidad —lo cual no se hecha en falta—, sino que traza una impresión sobre cada personaje que sirve para comprenderlos en el papel que tienen dentro de la trama. Katz nunca pierde el empuje del relato, no cambia de registro ni busca ensayar con tonos que puedan desafinar. Desde el comienzo propone una novela efectiva, creíble y atrapante, siempre dentro de esa tendencia de la novelística de los años setenta de reunir en una situación extrema a una gran cantidad de personajes provenientes de distintas extracciones sociales.
El puente de Casandra no es una clásica novela de espías. Más bien, se mueve en el terreno de los thrillers que tratan crisis producidas por el desarrollo secreto de armas no convencionales —en este caso, de armas biológicas—. Después de analizar a un moribundo anciano árabe, el científico canadiense Stephen Mackenzie, responsable de la Comisión Internacional de Alerta y Rescate de Emergencias Sanitarias —un comité ultrasecreto del Consejo de Seguridad de la ONU con sede en Ginebra, que opera bajo el nombre de “Proyecto Milestone”—, descubre que porta una peligrosa bacteria que, de esparcirse, podría aniquilar a buena parte de la humanidad. El hijo del muerto, también portador de la plaga, viaja en el Expreso Transcontinental que se dirige a Estocolmo. Mackenzie logra desviar dicho tren hacia Polonia para intentar una secreta intervención sanitaria.
Dentro del tren viaja una gran variedad de personajes, entre ellos el cirujano Jonathan Chamberlain y la periodista Jennifer Saint, quienes son contactados por Mackenzie y aceptan colaborar con él. El problema que afronta el tren con su nuevo itinerario es que debe cruzar por el puente de Casandra, una construcción antigua que presenta graves riesgos de derrumbe ante el paso de un transporte de las dimensiones del Expreso. Paulatinamente, Mackenzie se da cuenta del riesgo que corre la tripulación, pero no se decide a parar el tren. Mientras tanto, la enfermedad se expande dentro los vagones y los pasajeros caen en la desesperación...
El final es tremendo. El desastre es ocultado por los gobiernos involucrados y el Proyecto Milestone es cancelado. El secreto, una vez más, funciona como una eficaz arma política.


No hay comentarios :