Y un buen día se rompió la maldición. Uno de los mejores actores de las últimas décadas, responsable de encarnar a algunos de los personajes más controvertidos que han aparecido en la gran pantalla (practicamente resucitó a Lee Harvey Oswald en JFK), pero sobre todo capaz de darle a sus actuaciones una sensibilidad única, humana, al borde muchas veces del abismo (su actuación en Romeo Is Bleeding... por Dios!), sí, ese actor, Gary Oldman, alcanza su primera nominación al Oscar nada más y nada menos por su interpretación del mejor espía ficticio de la historia, George Smiley, creación de John Le Carré.
¡¡¡Mucha suerte maestro!!!
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