Autor: Campbell
Armstrong (1944-2013)
Título original: Jig (1987) \ Nº 1 en la serie “Frank
Pagan”
Traducción:
Antoni Puigrós
Cubierta: La
Manufactura Arte y Diseño
Editor: Ediciones
B (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición:
1989-05
Serie: Éxito
internacional #26
ISBN:
978-84-406-0815-4 (84-406-0815-2)
Depósito legal: Bi.
776-1989
Estructura: 27
capítulos, epílogo
Información sobre
impresión:
Impreso por GRAFO,
S.A. - Bilbao
Información de
contracubierta:
Ironías del destino.
Jig, el terrorista más buscado del mundo, se hace pasar por vendedor de
juguetes. Lleva consigo una bolsa con títeres de madera, caballitos... y un
pasaporte falso.
En realidad, estas
precauciones son accesorias porque su auténtica personalidad es totalmente
desconocida por las fuerzas del orden. Pero Jig es un perfeccionista. Por eso
es el mejor. Y por eso la organización le pide que viaje a Estados Unidos para
recuperar los diez millones de dólares captados para el IRA por sus contactos
americanos y robados después por alguien cuya identidad es tan desconocida como
la del propio Jig. Por primera vez, nuestro terrorista se enfrenta a algo
desconocido. Ahora, el mejor bailarín de la sangrienta danza de la muerte tiene
que preguntar antes de disparar. Y no es ése su estilo. De nada le servirá su
puntería ni su probada astucia en la preparación del golpe. Esta vez ni
siquiera sabe a quién tiene que matar, y cuando descubra la identidad de la
víctima será ya demasiado tarde. Todas las armas apuntarán contra él.
Un salto mortal en la
danza de la sangre
Información de
solapas:
Las tradicionales
historias de policías y ladrones se tiñen de sangre con la irrupción del
terrorismo. Son legión los novelistas que han aprovechado ese giro de la
historia para sus obras. Sin embargo, el horizonte narrativo de Campbell
Armstrong es, en este sentido, mucho más amplio. Su protagonista, Jig —cuyo
nombre procede de una danza folklórica irlandesa— no es un fanático
inconsciente, no es un Rambo vestido de irlandés. Aquí nos hallamos ante un
personaje rico en matices, y la maestría de Armstrong radica en la habilidad
con que lo coloca ante situaciones contradictorias.
Un irlandés
especializado en la muerte súbita se halla de repente en Nueva York ante una
tarea que exige paciencia, cálculo e indagación previa. Su función es matar,
pero esta vez expone también su propia vida en el intento. Y deberá contar,
además, con un factor inesperado: el amor de una mujer, la única locura que un
terrorista no puede permitirse.
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