viernes, 3 de agosto de 2018

ESPIAS EN ACCION, de D. Pastor Petit (Argos)

Título: Espías en acción: los mayores impostores en el juego de la política y la historia
Autor: D. Pastor Petit (1927-2014)
Editor: Editorial Argos (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1962-09
Descripción física: 262 p.: lám.; 15,5x22 cm.: tela con sobrecubierta
Serie: Colección Documenta #18
Depósito legal: B. 2.721-1962
Estructura: ver contenido
Información sobre impresión:
Talleres «Gráficas Templarios» - Barcelona

Información de solapas:
Una guerra sórdida se desarrolla en nuestros días tras las sonrisas de los diplomáticos y el papeleo de los gabinetes de Estado. Y esta lucha implacable, subterránea, cuyo escenario es el mundo entero, tiene un nombre: espionaje, arma de una magnitud literalmente fabulosa. Los dos colosos —demócrata y comunista— disponen de grandes centros de preparación científica, en los que se adiestra al agente secreto que luego se infiltrará en el campo contrario y se unirá a la vasta red en marcha. Norteamérica tiene 20.000 espías esparcidos por el globo, incluida la URSS, China y países satélites; el número de los agentes al servicio del Kremlin alcanza un volumen incontable...
Se ofrece en esta obra un compendio —en sus figuras sobresalientes— del espionaje mundial a través del último cuarto de siglo: desfilan ante nosotros, con sus increíbles gestas, los cerebros más poderosos en el oficio, como son Fuchs, Pontecorvo, Sorge, Wollweber, Canaris, Heydrich, «Cicerón», Rosenberg, Lonsdale, A. W. Dulles, R. I. Abel, etc. Pero el relato de tales vidas no se limita a una exposición fría de sus hazañas e imposturas; el autor ha penetrado en la íntima motivación, desentrañando los secretos que han arrastrado al individuo al mundo incoloro y gris de la traición y el espionaje. ¿Por qué el espía ha descendido a semejante condición?, he aquí el problema planteado en cada caso. El resultado del enfoque es que el lector llega a la comprensión del espía en su completa dimensión humana, pero significa también para éste el sumergirse en un clima de angustia creciente que a menudo se torna irrespirable.
El caso Tukachevski, por ejemplo, nos ilustra sobre los extremos de sagacidad y crueldad a que puede llegar el espionaje en la guerra fría. Heydrich, del Servicio Secreto nazi, envió a Moscú, en 1937, un dossier falsificado que daría lugar a que Stalin liquidara a sus siete generales más destacados, entre ellos al célebre y genial Tukachevski. La treta dio resultado, hasta tal punto que el dictador rojo creyó a pies juntillas que los siete generales conspiraban contra él y los mandó fusilar. Resultado: los ejércitos rusos se vieron despojados de la flor y nata de sus jefes, lo que facilitó el terreno a Hitler cuando declaró la guerra a la Unión Soviética.
Durante la pasada conflagración el espionaje ha permitido, a los dos contendientes, ganar innumerables batallas sin disparar un solo tiro, como lo demuestran Rommel y Montgomery con sus agentes colocados en el respectivo bando contrario. Pero en la paz los servicios secretos funcionan con una virulencia acaso superior, según vemos confirmado en los casos de espionaje en torno a la bomba atómica y otras armas secretas. A este respecto figura también en esta obra una información acerca de los mecanismos internos de la Central Intelligence of Agency, con sus métodos modernos de captación de noticias a base de la lectura y análisis de la prensa y radio del orbe opuesto. Se ofrecen, además, amplios detalles acerca de la intervención de la C. I. A. en Cuba y en otros focos de lucha intestina. Con todo, el espionaje realmente temible y organizado de antiguo es el ruso, enraizado en la tradición de épocas pretéritas.
El caso de Irmgard Schmidt nos orienta sobre la lucha tan sutil y venenosa como feroz, entre dos cuerpos de espionaje: el yanqui y el soviético, y arroja inusitada luz acerca del poder creciente, masivo, de las infiltraciones de agentes. Irmgard logró desarmar de forma integral el Servicio Secreto en el Berlín occidental, gracias al hecho de haber conquistado a su jefe supremo y haberle tenido prisionero de sus encantos durante varios meses.
Este oficio gris, frío, mal compensado y eterno compañero de la muerte, que requiere nervios de acero y tesoros de paciencia e intuición, recluta lo selecto de sus artesanos en las filas de los idealistas, esos hombres cuya fe mueve montañas y por la que serán capaces de traicionar a su patria y sacrificar su propia vida. Algo extraño, misterioso, alienta en estos seres; algo que nos repele y subyuga.
A la vez que apasionante testimonio de nuestro tiempo —con un estudio del alma y el corazón del espía, hombre solitario por excelencia—, esta obra constituye una seria advertencia para la humanidad.

Contenido:
Capítulo primero. El servicio secreto de anteguerra
- Operación Tukachevski

Capítulo segundo. Idealistas y soñadores
- Stalin: «Sorge ha salvado a la URSS»
- ¿Quién es Fuchs, realmente?

Capítulo tercero. Espías en la guerra
- Los espías de Rommel
- El maestro de los espías
- Erika, espía roja
- La venganza de Wollweber

Capítulo cuarto. Espías por dinero
- El desembarco en Normandía

Capítulo quinto. Aventureros
- La liberación de Mussolini
- La extraña muerte de Krystine Skarbeck

Capítulo sexto. El servicio secreto en la guerra fría
- Desaparición misteriosa (Pontecorvo)
- Nueve años de espionaje
- La silla eléctrica para un matrimonio
- USA y URSS intercambian espías
- Espionaje y contraespionaje norteamericano

Capítulo séptimo. Claves

Bibliografía
Índice onomástico
Índice

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