Autor: Trevanian
(seud. de Rodney William Whitaker, 1925-2005)
Título original: Shibumi (1979)
Traducción:
Montserrat Solanas de Guinart
Cubierta:
Yzquierdo
Editor: Círculo
de Lectores (Bogotá)
Fecha de edición:
1980-10
Estructura: 6
partes, varios capítulos cada una
Información sobre
impresión:
Edición no abreviada
Licencia editorial
para Círculo de Lectores por cortesía de Plaza & Janés
Impreso y encuadernado
por Printer Colombiana
Calle 64, 88ª-30
Bogotá 1981
Información de
solapas:
Un juego —pero mucho
más que un juego—, shibumi puede ser
fuente de poder o de sometimiento, de absoluta complejidad o de profunda
sencillez; pero, quizá más que nada, es una rara clase de pureza personal, un
estado de perfección sin esfuerzo... Nicholai Hel, protagonista de esta
fascinante novela, pone como meta de su vida la adquisición del shibumi. Extraño y enigmático personaje, Hel nace
en la insondable China de los años de la primera guerra mundial, de una
aristocrática madre rusa casada con un alemán. Ese internacional punto de
partida se completa con su formación en el Japón, a la sombra de un maestro del
Gô. Sobreviviente de la hecatombe de Hiroshima, Hel se convierte con el tiempo
en el amante más perfecto del mundo, y en el más consumado y eficaz de los
asesinos a sueldo. De inteligencia superdotada y de vastísima cultura, maestro
en el manejo de idiomas, Nicholai Hel es uno de los personajes más
irresistibles de la novelística contemporánea.
Sin embargo su autor,
Trevanian, no se limita a describir las facetas de esta apasionante
personalidad, sino que monta a su alrededor una de las más electrizantes obras
de intriga y acción de los últimos años. Se ha escrito de Trevanian que
“combina la inteligencia de Le Carré y Forsyth con la amplia capacidad de trama
de Michener y Clavell, produciendo una obra decididamente grandiosa y
excitante”. Uno de esos raros libros que descorren las cortinas del mundo de la
intriga internacional.
MI COMENTARIO:
Nicholai Alexandrovich Hel tiene todo para ser una rareza,
una anomalía en el mundo. Nacido de una aristócrata rusa habitante de Shanghai,
dedicada a la prostitución de alto nivel, y de un fugaz amante alemán, Hel se
cría en ambiente que fomenta su aislamiento, sus arrebatos místicos y su odio a
la vulgaridad del mundo, a la “mentalidad do comerciante”, como él dice. Tomada
la ciudad por las tropas japonesas, el niño se amiga con el general Kishikawa
Takashi, que se convierte en una figura central de su vida, al introducirlo al
juego del Gõ y a la filosofía del shibumi. Como le explica el general en una de
sus charlas:
“Como sabes, shibumi tiene que ver con un gran refinamiento
fundamental bajo una apariencia corriente. Es un concepto tan correcto que no
tiene que ser audaz; tan sutil, que no tiene que ser bonito; tan verdadero, que
no tiene que ser real. Shibumi es comprensión más que conocimiento. Silencio
elocuente. En el comportamiento, es modestia sin recato. En el arte, en donde
el espíritu de shibumi toma la forma de sabi, es elegante simplicidad, brevedad
articulada. En la filosofía, en la que el shibumi emerge como wabi, es un
sosiego espiritual que no es pasivo; es el ser sin la angustia de la
conversión. Y hablando de la personalidad de un hombre es... ¿cómo podría
explicarse? ¿Autoridad sin dominio? Algo parecido.”
Al final de la guerra
y tras la muerte de su madre, Hel se va a vivir a Japón, donde profundiza en
sus dotes, y conoce el amor. Trabaja para las fuerzas norteamericanas de
ocupación en la sección de encriptación. Logra ubicar a Kishikawa, quien se
encuentra detenido por los rusos; en una entrevista en la prisión y a pedido
del general, Hel lo mata para preservar su honor. Tras este incidente es
detenido, cruelmente interrogado y encerrado durante tres años. Consigue salir
gracias a que la CIA determina que es el hombre adecuado para encarar misiones
secretas de alta peligrosidad en el Extremo Oriente. Es así que Hel termina
trabajando para sus torturadores, sin dejar de desarrollar un profundo rechazo
hacia la cultura de EE.UU.
Encontramos entonces al protagonista, ya retirado, viviendo
en un castillo que compró en el País Vasco francés. Vive aislado, sólo con la
compañía de algunos amigos de la región, y de Hana, una atractiva consorte
traída de Asia. Se dedica a la espeleología, disciplina que aprendió en su
estadía en Japón. Su tranquilidad es interrumpida por la llegada de Hanna
Stern, sobreviviente de una célula terrorista que se dedicaba a perseguir a los
integrantes de Septiembre Negro, grupo que atentó contra la delegación israelí
en los Juegos Olímpicos de Munich. Su vida corre peligro, los custodios de los
grandes intereses mundiales ponen sus ojos en ella y en Hel para impedir que
sus movimientos los perjudiquen.
Trevanian cuenta su historia en dos niveles: la vida pasada
y presente de Hel, y las actividades de la que él llama la “Organización
Madre”, un ente clandestino y poderoso, que maneja los hilos de los gobiernos y
los servicios secretos, velando por el bienestar y los dividendos de los
verdaderos dueños del mundo: las empresas del sector energético. Hel es capaz
de enfrentarse a sus sicarios porque es el mejor asesino profesional del mundo,
porque tiene el mejor sentido de proximidad que existe y por la información que
maneja gracias a sus contactos. Sin embargo, esta vez le será difícil, muy
difícil sobrevivir.
La novela tiene sus altas y bajas. La narración de los
primeros años de Nicholai, su estadía en Japón, su vida en el castillo, la
fallida protección que le da a Hanna Stern, son lo mejor de la historia. Sin
embargo, creo que la descripción de sus salidas espeleológicas está lejos de
ser agradable para el lector, podría haberse elaborado mejor, teniendo en
cuenta el desconocimiento de la mayoría de los lectores sobre esta
ciencia-deporte. Los detalles de los encuentros sexuales de Hel aparecen como
recatados, aunque se presume que es uno de los mejores amantes del mundo. En
cambio, los amigos del protagonista son retratados de manera bizarra, como
personajes singulares, excéntricos, con un carisma por momentos agobiante.
Shibumi ha quedado
en la historia del género del espionaje de ficción como una de las mejores
novelas sobre la vida solitaria de los asesinos profesionales, agentes de la
intriga internacional que combinan dotes de intuición, inteligencia y audacia
con una vida solitaria, imprevisible, donde el final del juego inevitablemente
es la prisión o la muerte violenta. En 2011, el escritor Don Winslow escribió una precuela llamada Satori,
donde relata la primera misión como asesino de Nicholai Hel, que en Shibumi simplemente es mencionada.
1 comentario :
me encanto esta novela, el unico punto negativo que le veo es el final apresurado que tiene pero por lo demas me encanta :)
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