Autor: Jean Echenoz (1948-)
Título
original: Lac
(1989)
Traducción: Josep Escué
Cubierta: Planeta Arte & Diseño (diseño); Akg Images - Album (foto)
Editor: Editorial Anagrama (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 2016
Descripción
digital: 1 ePub (184 p.)
Serie: Otra vuelta de tuerca
ISBN: 978-84-339-3673-8
Depósito
legal: s.d.
Estructura: s.d.
Información de venta:
Información en línea:
Galardonada
con el Premio Europa de Literatura, Lago (1989), la cuarta obra de Jean Echenoz, es
una diabólica novela de espionaje que al mismo tiempo puede leerse como una
sutilísima parodia del género. Franck Chopin, de profesión entomólogo y agente
secreto a tiempo parcial, reparte sus intereses entre el estudio de las moscas
y las mujeres de su vida. Entre éstas ocupa un sitio privilegiado la bella y
enigmática Susy Clair, cuyo esposo Oswald, diplomático francés, desapareció
misteriosamente seis años atrás sin que el caso llegara a resolverse. Vital Veber,
alto dignatario extranjero que acaba de llegar a Francia, se aloja en el
suntuoso Parc Palace du Lac, protegido por dos gorilas infranqueables: la
pulposa Perla Pommeck y el brutal Rodion Rathenau. El coronel Seck, superior
jerárquico de Chopin, le encomienda la vigilancia de Veber, sospechoso de
infamias sin cuento. Seck tiene en alta estima el desempeño de Chopin, cuya
especialidad consiste en colocar minúsculos micrófonos en sus moscas para así
escuchar las conversaciones de los sujetos vigilados. El miope y flemático
Chopin se instala, pues, con sus artilugios en el Palace, donde los diversos
hilos de la trama se atan y desatan vertiginosamente. En resumen, una novela
tan trepidante como divertida, poblada por una galería de personajes
sorprendentes, que atrapa al lector en una trama seductora, sutilmente
entretejida y magistralmente resuelta.
«Lago es el arte de la frontera,
de la ambigüedad, de lo real y lo fantástico, de la tragedia y del absurdo.
También de una distancia que el novelista conquista gracias al humor. Las
dulces violencias de Jean Echenoz con la lengua y la gramática son actos de
amor, signos vitales de esas pequeñas revoluciones que conforman la gran
literatura» (Michèle Gazier).
«Echenoz
nos sumerge en un universo puramente literario, desprovisto de angustias
existenciales y esenciales, y reivindica el artificio como fuente de belleza»
(Patrick Grainville, Le Figaro).
«Elipsis
sin centro, danzante, juguetona, sin otro objeto que un parecido con la vida,
fascinada, fascinante» (Bertrand Poirot-Delpech, Le
Monde).
«Este
libro es heredero del deslumbrante arte de Raymond Roussel. Te exige, te sigue,
te observa. Te perseguirá siempre» (Enrique Vila-Matas).
«En esta
novela vertiginosa y llena de paradojas, y de saltos, se encontrará con la alquimia
de la fascinación: hay espías, damiselas pulposas, gorilas y una acción
trepidante» (Rayuela).
«Divertida
e inteligente» (Juan Cantavella, Diario de Cádiz).
Jean
Echenoz (Orange, 1948): ha publicado en Anagrama doce novelas: El meridiano de Greenwich (Premio
Fénéon), Cherokee (Premio Médicis), La
aventura malaya, Lago (Premio Europa), Nosotros tres, Rubias peligrosas (Premio Novembre), Me voy
(Premio Goncourt), Al piano, Ravel (premios Aristeion y Mauriac), Correr, Relámpagos y 14, así como el volumen de
relatos Capricho de la reina. En 1988
recibió el Premio Gutenberg como «la mayor esperanza de las letras francesas».
Su carrera posterior confirmó los pronósticos, y con Me voy consiguió un triunfo arrollador. Ravel también fue muy aplaudido: «No es ninguna
novela histórica. Mucho menos una biografía. Y ahí radica el interés de este
espléndido libro que consigue dar a los géneros literarios un nuevo alcance»
(Jacinta Cremades, El Mundo). Correr ha sido su libro más leído: «Hipnótica. Ha
descrito la vida de Zátopek como la de un héroe trágico del siglo XX. La de un
ciudadano sin ideología que fue víctima de los dos grandes totalitarismos»
(Miquel Molina, La Vanguardia); «En Correr nos reencontramos con la ya clásica voz
narrativa de Echenoz, irónica, divertidísima, y tan cercana que a ratos parece
oral... Está escribiendo mejor que nunca» (Nadal Suau, El Mundo). Relámpagos «devuelve a la vida al genial inventor de la radio, los rayos X, el
mando a distancia y el mismísimo internet» (Laura Fernández, El Mundo). La acogida de 14 fue deslumbrante: «Una obra maestra de noventa páginas» (Tino
Pertierra, La Nueva España). Su
última entrega, Capricho de la reina,
«es una caja de siete bombones: prueben uno y acabarán en un santiamén con la
caja entera» (Javier Aparicio Maydeu, El País).
Fuente
web: Página de Editorial Anagrama
MI COMENTARIO:
Un entomólogo llamado Franck Chopin (los
personajes de la novela tienen nombres con connotaciones graciosas) se dedica a
tareas de espionaje en Francia. El coronel Seck, oscuro personaje de las
sombras gubernamentales, le encarga obtener información de Vital Veber, un
importante funcionario del bloque del Este, que acaba de arribar a París. Esta
línea argumental se va mezclando con la vida personal de Chopin y su aventura
amorosa con Susy Clair, una mujer cuyo marido, un diplomático, había
desaparecido misteriosamente tiempo antes. Las otras protagonistas de la novela
son sus moscas, que prepara para que carguen con minúsculos equipos que graban
las conversaciones y movimientos de las personas que sigue y vigila.
Echenoz, considerado un autor fundamental de
las letras francesas desde hace tres décadas, entrega con Lago un relato
preciosista, minimalista, sofisticado y por momentos poético, pero todo en una
secuencia de hechos que no llevan a ningún lugar, sin un desenlace dramático o
de cualquier otro tipo. Para Echenoz, lo importante no es lo que se cuenta,
sino cómo se cuenta. Le da a cada capítulo y cada párrafo una autonomía
reluciente, basada en una escritura exquisita pero a la vez muy pensada, hasta
rebuscada. A veces logra textos dulces, y otros simplemente edulcorados. Sólo
sale de su preciosismo cuando parece aludir a sí mismo, a sus propias manías y
gustos. El mensaje de Lago sería: “El
mundo es como es, no se puede cambiar, no hay que desesperarse, sólo queda
elegir la forma de contar su deriva”.
En cierta manera, es un libro invalorable, en
el sentido de que no puede dársele un valor dentro de una escala. Puede
gustarte un párrafo, y desilusionarte el siguiente. No hay un crescendo en la
obra. El final es un antifinal: donde debería haber desesperación, simplemente
hay una nueva mirada del papel que tuvieron los protagonistas de la historia.
Chopin no logra su objetivo, Suzy Clair encuentra a su marido, los rusos ganan
un espía, pero en realidad todo eso poco importa. La caída del Muro de Berlín
está muy cerca.
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