Autor: T.C.H. Jacobs (1899-1976)
Título
original: Let
him stay dead (1961) \ Nº 1 en la serie “Jim Malone”
Traducción: Sara Daroqui
Supervision: Julio Vacarezza
Editor: Editorial Acme (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha
de edición: 1962-10-22
Serie: Colección Rastros #403
Estructura: 18 capítulos
Información
sobre impresión:
Se
terminó de imprimir este libro el día 22 de octubre de 1962, en Artes Gráficas
Bodoni S.A.I.C., Herrera 527, Buenos Aires.
MI COMENTARIO:
T(homas) C(urtis) H(icks) Jacobs fue un
prolífico escritor inglés que se dedicó a algunos de los géneros más populares
de la novelística del siglo XX: el policial, el western, la novela romántica y
el espionaje. Creó varios personajes que tuvieron series propias, como el
inspector jefe Barnard, el superintendente John Bellamy y el aventurero Temple
Fortune. Como Jacques Pendower, escribió muchas novelas de espionaje, entre las que hay cinco protagonizadas por Slade McGinty.
A principios de los 60 presentó al detective
privado Jim Malone en dos novelas: Let
Him Stay Dead (1961) y The Red Net
(1962). La primera es la que corresponde a esta entrada; como no podía ser de
otra manera, fue la Colección Rastros la que la detectó y tradujo para el
público en español. Es un cruce de dos subgéneros: el de los exagentes secretos
que todavía utilizan las técnicas aprendidas en servicio, y el de los
detectives privados que se ven involucrados en asuntos de espionaje y seguridad
nacional. Mi tocayo Malone trabajó durante la Segunda Guerra Mundial para la
inteligencia francesa en contra de los nazis. Terminada la contienda, sobrevive
como investigador recurriendo a sus conocimientos, recuerdos y contactos
acumulados.
En esta historia, Rowanly, un ricachón inglés,
le pide que averigüe si Arnold Keppler, el marido de su amante, realmente murió
después de sufrir un accidente en la costa de Marsella. Está interesado en
saberlo porque quiere casarse con la supuesta viuda. Malone viaja a Francia
siguiendo la pista de las actividades del Keppler. Reuniendo viejos contactos
de su vida de espía, descubre que posiblemente no haya muerto, y que su
identidad sea distinta a la que su esposa creía conocer. Aparece la posibilidad
de que antiguos nazis estén organizados en una red con miras a retomar el poder
y que Keppler sea uno de ellos; esta red se dedicaría a la falsificación de
dinero, lo cual produce las ganancias suficientes para su financiación. Decidió
por la aparición de nuevos datos, Malone se dirige a Tánger, Marruecos,
acompañado de un amigo y dos ladronas amantes; allí, descubre que la
conspiración nazi existe... con apenas el margen necesario para librarse de la
muerte.
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