Autor: Kimberley (seudónimo de Alberto Vázquez-Figueroa, 1936-)
Traducción (ficticia): M.C. Mathias
Cubierta: Martín Rigo
Editor: Plaza & Janés Editores (Barcelona)
Edición: 2ª ed.
Fecha de edición: 1982-01
Edición anterior: 1ª ed. (1981-12)
Descripción física: 253, 2 p.; 13x19 cm.: solapas
Serie: Novelistas del día
ISBN: 978-84-01-30342-5 (84-01-30342-7)
Depósito legal: B. 4.003-1982
Estructura: capítulos sin numeración
Información sobre impresión:
Este libro se imprimió en los talleres de Gráficas Guada, S.A.
Virgen de Guadalupe, 33
Esplugues de Llobregat.
Barcelona
Información de contracubierta:
Kimberley es el seudónimo tras el que se oculta un prestigioso periodista internacional, que ha pretendido quizá transferir de algún modo su personalidad y su profundo conocimiento del oficio, al protagonista de sus novelas, Elliot Dunn, enviado especial, durante más de veinte años, del semanario Saturday News.
En Matar a Gadafi, Dunn se ve implicado —tal como ha podido serlo durante tantas otras ocasiones a lo largo de su azarosa vida profesional— en un intento de asesinato del controvertido líder libio, al que ciertos sectores de opinión consideran hoy como “El enemigo público número uno de la Humanidad”.
En unos momentos en que el egipcio Sadat ha caído asesinado a la vista del mundo, y la mayor parte de las sospechas apuntan hacia Gadafi, algunos se plantean seriamente la necesidad de acabar con ese mismo Gadafi, para que la balanza del poder se equilibre nuevamente en la región.
Las circunstancias conducen, por tanto, a Elliot Dunn, desde su estrafalario apartamento de Nueva York —tal vez un reflejo del apartamento del propio Kimberley— a la aridez del desierto libio, donde será testigo de uno de los más ingeniosos complots que haya sido capaz de maquinar la mente humana. El arma elegida para matar a Gadafi y la personalidad de su ejecutor, pasarán a formar parte, probablemente, de una futura antología de la literatura de intriga y acción, pues nadie había inventado nunca, hasta ahora, una tan sutil y sofisticada forma de eliminar a un enemigo político.
2 comentarios :
Sr. Malone, cuente con un nuevo acólito. Me encanta este sitio. No recuerdo la habitación donde me voy a alojar. Pero, estaré tranquilo. Saludos
Puede alojarse en la suite presidencial, tiene los vidrios blindados. Gracias por seguirme!
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