Autor: Adolfo
L. Pérez Zelaschi (1920-2005)
Editor: Emecé
Editores (Buenos Aires)
Fecha de edición: 1969-10-06
Edición anterior: 1982 (1ª
ed.)
Descripción física: 230 p.;
12,5x18,5 cm.
Serie: Novelistas
argentinos contemporáneos
Estructura: nota
para el lector, “Biografía inconclusa de Juancito Preguntas”, 19 capítulos, “Carta
para servir como epílogo”
Información sobre
impresión:
Este libro se acabó
de imprimir en Buenos Aires el 6 de octubre de 1969, en los talleres de la Compañía
Impresora Argentina, S.A., Alsina 2049
Información de
contracubierta:
Esta novela presenta un
doble interés. Por una parte, el de su argumento, intenso, rápido, casi
cinematográfico, sus protagonistas difícilmente olvidables y su gran claridad
narrativa. Por otra parte, como todas las buenas novelas de política-ficción
—género destinado a inquietar, sacudir o prevenir al hombre de hoy—, el hecho
de que glose un apasionante suceso contemporáneo sobre el cual, a pesar de
todas las explicaciones, subsisten profundas dudas.
Adolfo Pérez
Zelaschi, autor de este libro, es bien conocido. Emecé publicó en 1955 su
novela El terraplén,
que recibió uno de los más importantes premios del país: el de Literatura de la
Provincia de Buenos Aires correspondiente al trienio 1954-1956. Antes y después
publicó libros de cuentos (Hombres sobre la pampa, Más allá de los espejos, La
puerta amarilla, Con Guiye, sesenta) y relatos policiales, género que lo cuenta
entre los principales autores latinoamericanos y en cuyas antologías figura
frecuentemente. Algunos de los mejores elementos de la intriga policial se
hallan igualmente presentes en Presidente en la mira.
MI COMENTARIO:
Un grupo de potentados se reúnen en algún
lugar del “Gran País” (identificable con Estados Unidos): Ojman (dueño de Ojman
Petróleos y Refinerías), el Barón de Sanchanoir (aristócrata millonario), Anto
Antopulos (gran armador de barcos), Contiman (cuyos “cincuenta bancos
controlaban el crédito de medio planeta”) y Ferrumsteel (presidente de la
Compañía de Aceros). Son convocados por Gius Giusani (dueño de las redes de
boxeo, juego, contrabando, casas de placer y otras actividades
controversiales): “Robusto, inagotable como un gran macho de las praderas,
viajaba siempre —como ahora lo había hecho— en compañía de dos o tres
muchachas, podía beber medio tonel de cerveza sin marearse y, como los héroes de
Homero, devorar un cordero en un festín”. Giusani comparte el pedido del
Mariscal Wak, líder de un grupo ultraconservador llamado Vigías Azules, para
asesinar al presidente Denekin (fácilmente identificable con John F. Kennedy),
quien tiene la determinación de acabar con el poder oligopólico que han
detentado durante décadas. La trama que elabora Giusani le lleva a descubrir a
Love Lovester, un ex guerrillero, que ahora vive en el Gran País con una ex
prostituta como compañera de cuarto. Lovester es un hombre opaco pero que tiene
una gran habilidad como tirador. Quiere ser alguien en la vida, con fama
universal, lo que impulsa su entrada en la conspiración. Sin embargo, en el
momento del atentado, el verdadero ejecutor está a su lado...
Intenté leer varias veces esta novela, una
singularidad en la literatura argentina, que ha sido vaga para inventar
thrillers de alcance internacional. No sé bien qué es lo que me molesta de
ella. Finalmente me decidí a leerla completa, y la experiencia me resultó algo
parecido a remar en un lago de dulce de leche. Llegué a la conclusión que la
habilidad de cuentista que tuvo Pérez Zelaschi le jugó en contra a la hora de
escribir una novela. Cada capítulo parece ser un final de algo mayor que nunca
aparece. Las descripciones y conversaciones de los personajes en sí mismas son
interesantes, con momentos muy buenos (como los pensamientos que expone el
mafioso Giusani), pero en conjunto la narración resulta lenta y pesada.
Sospecho que llevar el humor negro a un thriller político y conspirativo
necesita algún fluido lubricante que Presidente
en la mira no tiene. Sin embargo, reconozco que Pérez Zelaschi logra un neonoir muy sarcástico, anticipatorio de
los cínicos años 70. Es llamativo que esta novela nunca haya sido reeditada,
sobre todo con una cubierta que sea expresiva e incitante, no con esta
verdadera tapa muda de la edición de Emecé.
No hay comentarios :
Publicar un comentario