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viernes, 6 de septiembre de 2024

EL PRECIO DEL PLACER, de Harold Robbins (Roca, ebook)

Título:
El precio del placer
Autor: Harold Robbins (1916-1997)
Título original: Stiletto (1960)
Traducción: Roger Vázquez de Parga
Editor: Roca Editorial de Libros (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 2014-02
Descripción digital: 1 ePub
Serie: Ciudad de libros
ISBN: 978-84-15997-36-8
Depósito legal: B. 24331-1979
Estructura: 27 capítulos
Fragmento en 24Symbols
 
Información en línea:
Cesare Cardinalli tiene que matar a tres testigos en tres sitios muy lejanos entre sí. Una voz femenina y susurrante le ha encargado la tarea por teléfono.
Una vez tomado el compromiso, Cardinalli decide que lo acompañe Barbara, una modelo de extraordinaria hermosura y no tan extraordinaria moral, que hará más llevadero el encargo.
Cardinalli comete los asesinatos como un profesional. El primero, en el Palacio de Justicia de Nueva York. El segundo, en Las Vegas. El tercero, en una piscina ensangrentada en Miami.
La policía le sigue los pasos, pero está desorientada. No tanto lo está la Mafia cuyas castañas acaba de sacar del fuego: alguien en la organización piensa que Cardinalli puede ser más peligroso que los testigos a los que ha matado. Y comienza la caza del hombre.
Comercial. Censurado. Controvertido. Sexual. Traducido a 32 idiomas. Harold Robbins fue escritor de 25 best-sellers. En 1948 publicó su primer libro, No amarás a un extraño, para ganar una apuesta de 100 dólares a un directivo de Universal Pictures. Basado en sus experiencias personales en un orfanato, provocó una gran polémica por su sexualidad explícita. Y arrasó en ventas. Le siguieron novelas tan célebres como Las pirañas, Los depredadores, El narrador de historias y El precio del placer. Su obra más popular fue Los insaciables (The Carpetbaggers), adaptada a la gran pantalla en 1963 por Edward Dmytryk y protagonizada por George Peppard.
Fuente web: Página de Google Libros
 
MI COMENTARIO:
Cesare Cardinali es un joven aristócrata italiano que debe su exuberante estilo de vida a los favores de un jefe supremo de la mafia. Su principal habilidad es matar silenciosamente con un cuchillo conocido como stiletto, que produce una herida que le da tiempo para escapar luego de ser infligida. Se encuentra en EE.UU. con la misión de eliminar a cuatro hombres que esperan juicio en un caso sensacional contra el crimen organizado. George Baker, agente especial del FBI, es el hombre que ha reunido la evidencia para encerrar a esos mismos cuatro hombres de por vida. Cuando uno es acuchillado bajo la atenta mirada de un policía frente a un tribunal de Nueva York, y otro se encuentra desplomado sobre una mesa de juego de Las Vegas, Baker entra en un juego del gato y el ratón para atrapar a Cardinali antes de que se destruya todo el caso. Pero el aristócrata asesino suma enemigos aún más peligrosos: varios mafiosos deciden liquidarlo para suprimir cualquier evidencia de su relación con Cardinali.
En este juego viril, participan tres mujeres impresionantes. Barbara, modelo de belleza arrolladora y creciente fama, amante de Cesare, que termina siendo asesinada fríamente por él cuando empieza a hacer las preguntas incorrectas. La baronesa Ileana, que ascendió desde su familia arruinada (a lo que contribuyó con un trío sexual... ¡con su propia madre!) hasta el jet set internacional gracias a sus virtudes amatorias; también es amante de Cesare, y su traidora, cuando acepta trabajar de forma encubierta para Baker. Finalmente, Luke, la más fascinante de todas, agente secreta de la mafia, cuyo nombre de varón indica su rechazo al sexo opuesto, producto de una vida plagada de desastres provocados por su entorno masculino. Luke encuentra en Cesare al hombre capaz de volverse su pareja, una opción imposible para ella hasta ese momento. Sin embargo, tiene que lidiar con su misión: llevar a Cesare a una trampa mortal, en que pueda ser matado por los sicarios enviados por sus enemigos. La muerte tiene un premio: la comprensión del fracaso de toda una vida.
Novela hedonista y sombría a la vez, Stiletto puede tomarse como una transición entre las historias de mafiosos volcadas a la acción de los años 40 y 50, y las novelas de Mario Puzo, que le dieron una perspectiva más amplia al fenómeno de la Cosa Nostra.
 
ADAPTACIÓN AL CINE:
Bernard L. Kowalski fue el director de la adaptación cinematográfica de Stiletto, en 1969. Sus protagonistas fueron Alex Cord (conde Cesare Cardinali), Britt Ekland (Illeana), Patrick O’Neal (George Baker), Joseph Wiseman (Emilio Matteo), Barbara McNair (Ahn Dessie), John Dehner (fiscal de distrito Frank Simpson), Titos Vandis (Tonio), Eduardo Ciannelli (Don Andrea) y Roy Scheider (Bennett). Esta película presentó varios cambios en la historia original; uno de los principales es que Baker pasa de ser un agente del FBI a un asistente del fiscal de distrito de Neuva York, lo que licúa en parte el contenido de espionaje de la novela. En Argentina se estrenó con el título original, mientras que en España fue retitulada como El precio del placer.


viernes, 22 de abril de 2022

EL PRECIO DEL PLACER, de Harold Robbins (Luis de Caralt)

Título:
El precio del placer
Autor: Harold Robbins (1916-1997)
Título original: Stiletto (1960)
Traducción: M. del Carmen Azpiazu
Cubierta: Balaguer (diseño)
Editor: Luis de Caralt Editor (Barcelona)
Edición: 6ª ed.
Fecha de edición: 1979-07
Ediciones anteriores: 1ª ed. (1975-11); 2ª ed. (1976-01); 3ª ed. (1976-10); 4ª ed. (1977-09); 5ª ed. (1977-11)
Descripción física: 254, 2 p.; 11,5x18 cm.
Serie: Biblioteca universal Caralt #33. Serie Novela
ISBN: 978-84-217-4136-8 (84-217-4136-5)
Depósito legal: B. 24331-1979
Estructura: 27 capítulos
Información sobre impresión:
Romanyà/Valls, Verdaguer 1, Capellades (Barcelona)
 
Información de contracubierta:
Harold Robbins es el escritor mejor pagado del mundo. Y es el mejor pagado, porque es también el que mejor se vende. Sus lectores se cuentan por decenas de millones en todas las lenguas; las cadenas de TV y las productoras cinematográficas se disputan sus novelas. Por los derechos de filmación de una de ellas, la cadena norteamericana ABC ha pagado cien millones de pesetas. “Soy un escritor popular. Describo el mundo de hoy y las gentes que veo”, ha dicho Robbins. Novelista de poderoso aliento, crítico implacable de las lacras de la sociedad de la opulencia, irónico y brutal, sin concesiones ni gazmoñerías, Robbins convierte en materia narrativa las crónicas de los periódicos, los sucesos del día, hechos y gentes que —discretamente velados en su prosa— el lector reconocerá en seguida. EL PRECIO DEL PLACER es la historia de un asesino a sueldo, un playboy al servicio de la Mafia, el conde Cesare Cardinale, personificación de las ansias de erotismo y de violencia de una sociedad desquiciada.
 
MI COMENTARIO:
Cesare Cardinali es un joven aristócrata italiano que debe su exuberante estilo de vida a los favores de un jefe supremo de la mafia. Su principal habilidad es matar silenciosamente con un cuchillo conocido como stiletto, que produce una herida que le da tiempo para escapar luego de ser infligida. Se encuentra en EE.UU. con la misión de eliminar a cuatro hombres que esperan juicio en un caso sensacional contra el crimen organizado. George Baker, agente especial del FBI, es el hombre que ha reunido la evidencia para encerrar a esos mismos cuatro hombres de por vida. Cuando uno es acuchillado bajo la atenta mirada de un policía frente a un tribunal de Nueva York, y otro se encuentra desplomado sobre una mesa de juego de Las Vegas, Baker entra en un juego del gato y el ratón para atrapar a Cardinali antes de que se destruya todo el caso. Pero el aristócrata asesino suma enemigos aún más peligrosos: varios mafiosos deciden liquidarlo para suprimir cualquier evidencia de su relación con Cardinali.
En este juego viril, participan tres mujeres impresionantes. Barbara, modelo de belleza arrolladora y creciente fama, amante de Cesare, que termina siendo asesinada fríamente por él cuando empieza a hacer las preguntas incorrectas. La baronesa Ileana, que ascendió desde su familia arruinada (a lo que contribuyó con un trío sexual... ¡con su propia madre!) hasta el jet set internacional gracias a sus virtudes amatorias; también es amante de Cesare, y su traidora, cuando acepta trabajar de forma encubierta para Baker. Finalmente, Luke, la más fascinante de todas, agente secreta de la mafia, cuyo nombre de varón indica su rechazo al sexo opuesto, producto de una vida plagada de desastres provocados por su entorno masculino. Luke encuentra en Cesare al hombre capaz de volverse su pareja, una opción imposible para ella hasta ese momento. Sin embargo, tiene que lidiar con su misión: llevar a Cesare a una trampa mortal, en que pueda ser matado por los sicarios enviados por sus enemigos. La muerte tiene un premio: la comprensión del fracaso de toda una vida.
Novela hedonista y sombría a la vez, Stiletto puede tomarse como una transición entre las historias de mafiosos volcadas a la acción de los años 40 y 50, y las novelas de Mario Puzo, que le dieron una perspectiva más amplia al fenómeno de la Cosa Nostra.
 
ADAPTACIÓN AL CINE:
Bernard L. Kowalski fue el director de la adaptación cinematográfica de Stiletto, en 1969. Sus protagonistas fueron Alex Cord (conde Cesare Cardinali), Britt Ekland (Illeana), Patrick O’Neal (George Baker), Joseph Wiseman (Emilio Matteo), Barbara McNair (Ahn Dessie), John Dehner (fiscal de distrito Frank Simpson), Titos Vandis (Tonio), Eduardo Ciannelli (Don Andrea) y Roy Scheider (Bennett). Esta película presentó varios cambios en la historia original; uno de los principales es que Baker pasa de ser un agente del FBI a un asistente del fiscal de distrito de Neuva York, lo que licúa en parte el contenido de espionaje de la novela. En Argentina se estrenó con el título original, mientras que en España fue retitulada como El precio del placer.


viernes, 14 de enero de 2022

EL PIRATA, de Harold Robbins (Círculo de Lectores)

Título: El pirata
Autor: Harold Robbins (1916-1997)
Título original: The pirate (1974)
Traducción: Estela Canto (versión de Francisco Torres Oliver)
Cubierta: Farré-Huguet
Editor: Círculo de Lectores (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1975-11
Descripción física: 376 p.; 12,5x20,5 cm.: tela
Estructura: prólogo, 3 libros, varios capítulos cada uno
Información sobre impresión:
Edición no abreviada
Licencia editorial para Círculo de Lectores por cortesía de Ultramar Editores
1ª edición: 7.000 ejemplares
Impreso en offset en La Prensa Médica Argentina S.R.L., Junín 845, Capital Federal, noviembre 1975
 
Sección “El autor y su obra”:
Sólo dos décadas han transcurrido desde que Harold Robbins dio a luz su primera novela. No obstante, en la actualidad tiene asegurada una renta de veinte a veinticinco millones de pesetas anuales por derechos de autor, y su nombre —que tardó treinta años en ser su nombre— se ha hecho famoso en todo el mundo como novelista.
He aquí explicado en detalle lo acontecido. Harold Robbins nació el 21 de mayo de 1916, en uno de los sectores más modestos de Manhattan. Hijo de padres desconocidos, en el registro civil fue inscrito con el nombre de Francis Kane, nombre que justamente el escritor dio al protagonista de su primera novela. Su infancia y adolescencia transcurrieron bajo la custodia de un orfanato católico de la ciudad de Nueva York. Acogido sucesivamente en el seno de distintas familias, fue adoptado finalmente por la de un droguero de Manhattan, de quien recibió el nombre de Harold Rubin o Rubins, según las fuentes de información. Fue a los treinta años de edad cuando, al iniciar su carrera de escritor, prescindiendo para siempre del nombre de Rubin o Rubins, adoptó el seudónimo de Harold Robbins que acabó por ser su legítima denominación.
A los quince años, Robbins había abandonado los estudios cursados hasta entonces, a la vez que tomaba la resolución de ganarse la vida por sus propios medios, renunciando a la protección de sus padres adoptivos. Alquiló un cuarto en una casa de Harlem y, luego de ocuparse en diversos empleos, fue a parar de tenedor de libros en unos grandes almacenes de productos alimenticios. En el ejercicio de este empleo y al producirse una crisis económica en el país, fijó su atención en el hecho de que determinados productos almacenados como sobrante en algunas partes, eran objeto de insistentes demandas en otras. Decidido a participar directamente en los negocios, pidió prestados ochocientos dólares, aprendió a pilotar un avión, alquiló un aparato y con éste voló de Nueva York a las Carolinas, Virginia, Kentucky y otros lugares, y viceversa, comprando y vendiendo importantes partidas de maíz, legumbres y otros productos. A los veinte años era millonario por primera vez. Tres años después, sufría un grave error en sus especulaciones comerciales y perdía todo el dinero ganado anteriormente.
En 1940 hallamos a nuestro autor, con un sueldo de treinta y siete dólares a la semana, otra vez de tenedor de libros, pero ahora en la casa productora cinematográfica Universal. Experto en contabilidad, pronto descubre que la empresa sufría una merma en sus beneficios a causa del pago indebido durante años de una sobretasa fiscal, y logra para Universal Pictures el reintegro de aquellas cantidades. Éxito administrativo que equivale a que sea designado para ocupar cargos dirigentes en la planificación presupuestaria de la casa. Sin embargo, en 1946 dimite de estas funciones administrativas y propone a la propia Universal Pictures que le compre los derechos de filmación de las novelas que va a escribir. Aceptada la oferta para la primera obra, Harold Robbins se convierte en el novelista cuya fama es notoria en todos los países cultos del mundo. Hoy, además de ser el escritor mejor pagado, porque sus lectores se cuentan por millones en todos los idiomas a que ha sido traducido, las cadenas de T.V. y productoras cinematográficas se disputan sus obras literarias. Inusitado y rápido triunfo que tiene por causa en buena parte el que, dice el propio Robbins, «soy un escritor popular, para toda clase de públicos; porque describo el mundo de hoy y las gentes que veo, y porque no me gusta escribir sobre mí mismo».
Todo lo dicho, sólo con unas pocas novelas, que son las tan celebradas Traficantes de sueños, Una lápida para Danny Fisher, Nunca me abandones, Avenida del Parque 79, Los insaciables, El precio del placer, Los profanadores del amor, No amarás a un extraño, Los aventureros, Los herederos y El Pirata.
Después de veinticinco años de matrimonio con su primera esposa, Lillian Machnivitz, se divorció de ella. En la actualidad, casado con Grace Palermo, vive, según propia expresión, «la vida de un epicúreo», alternativamente, en el suntuoso castillo que posee en las afueras de Cannes, Francia, y en su domicilio de Beverly Hills, California, en los Estados Unidos. En cuanto a sus preferencias literarias, no se cansa de repetir que la lectura que más le apasiona es la de los libros de ciencia-ficción. Sólo pone por encima de éstos su gran devoción por las novelas de John Steinbeck, el autor que siempre ha admirado más.
E.P.

ADAPTACIÓN A LA TELEVISIÓN:
Ken Annakin dirigió la adaptación a la televisión de la novela de Robbins en 1978. The Pirate tuvo una duración de 4 horas y contó con las actuaciones de Franco Nero (Baydr Al Fay), Anne Archer (Jordana Mason), Olivia Hussey (Leila), Ian McShane (Rashid), Christopher Lee (Samir Al Fay), Michael Constantine (Yashir), James Franciscus (Dick Carriage), Armand Assante (Ahmed), Stuart Whitman (Terry Sullivan) y Eli Wallach (Ben Ezra). En español se conoció como El pirata.

viernes, 21 de agosto de 2020

EL PIRATA, de Harold Robbins (Emecé, 1979)

Título: El pirata
Autor: Harold Robbins (1916-1997)
Título original: The pirate (1974)
Traducción: Estela Canto
Cubierta: Carlos Muleiro (diseño); Bert Dunn (foto del autor de la contracub.)
Editor: Emecé Editores (Buenos Aires)
Edición: 7ª impr.
Fecha de edición: 1979-08
Edición anterior: 1975-03 (1ª ed.)
Descripción física: 373, 2 p.; 12,5x18,5 cm.
Serie: Grandes novelistas
Estructura: prólogo, 3 libros con varios capítulos cada uno
Información sobre impresión:
Buenos Aires, marzo de 1975
Primera edición: 30.000 ejemplares
2ª a 6ª impresión en offset: 52.000 ejemplares
Buenos Aires, agosto de 1979
7ª impresión en offset: 5.000 ejemplares
Editor: Emecé Editores, S.A. - Alsina 2062, Bs. As.
Impresor: Compañía Impresora Argentina, S.A. - Alsina 2049, Bs. As.
Distribuidor: Emecé Distribuidora, S.A.C.I.F. y M. - Alsina 2062, Bs. As.

Información de contracubierta:
Harold Robbins, autor de Betsy y de tantos otros grandes best-sellers, ha escrito esta nueva novela, El Pirata, que quizás sea su más lograda obra en el género de ficción sobre temas actuales. Un joven árabe, Baydr, es destinado por el príncipe para cumplir una misión muy sutil y delicada: crecer y educarse en los Estados Unidos, hasta hacerse conocedor y experto en todo lo que pueda interesar al mundo árabe dentro del mundo occidental, la trama y la organización de la banca, el comercio y la industria internacionales.
Desde su origen secreto, que Robbins describe magistralmente en las vibrantes páginas iniciales, la vida de Baydr se desarrolla en medio de pasiones y energías incontroladas, en los ambientes más convulsionados de los Estados Unidos, del Oriente Medio, y en las voluptuosas playas de la Costa Azul. La lucha final entre los guerrilleros fedayines y el comando judío de rescate en las montañas de Jordania alcanza un grado de alto simbolismo. No en vano se estima que Robbins es el novelista más leído del mundo. Se calcula que las ediciones de sus libros han superado la cifra de cien millones de ejemplares, o sea, veinticinco mil por día.

MI COMENTARIO:
Baydr Al Fay es un poderoso empresario árabe. Desde un país imaginario sin nombre dirigido por el príncipe Feiyad y ubicado entre Siria, Jordania, Arabia Saudita e Irak, Baydr montó en los años ’60 una red intercontinental de negocios a partir de las ganancias del petróleo.


Sin embargo, desconoce su verdadero origen: es hijo de Ben Ezra, un judío que, después de su nacimiento y la muerte de su madre, lo entregó al médico árabe que atendió el parto. Con el paso de los años, su padre biológico se convirtió en un famoso militar del naciente estado de Israel. El destino hará que sus caminos se crucen cerca del final de la novela. Hasta allí, deberá enfrentar las infidelidades de su esposa norteamericana Jordana, la presión de un grupo guerrillero palestino para que ayude en su financiación, y la traición de su hija Leila, que secretamente se ha vuelto una integrante de dicha guerrilla y que secuestra a Jordana y sus hijos para llevarlos a un campo clandestino en algún lugar de Siria, para chantajear a su padre. Un agente de la inteligencia israelí, infiltrado en el entorno de Baydr, lo ayudará contactándolo con Ezra, quien organizará un comando para rescatar a los rehenes.
Robbins habrá escrito esta novela en un estado de éxtasis. Suma situaciones sin pestañear, con un ritmo que no decae y resoluciones al borde del precipicio, resultando en un relato apasionante del jet set petrolero de los ’70 y sus riesgos tanto en los negocios como en el placer y el amor. Jordana es una mujer “robbinsiana”, capaz de querer y traicionar al mismo tiempo con la misma pasión. Los momentos en que es conquistada sexualmente por sus amantes casuales son geniales: Robbins desarrolla el lenguaje del “levante” con una precisión quirúrgica. El final es optimista, casi místico, donde las razas, los credos y los sexos se unen y esperan un futuro mejor. La lectura de El pirata es un vuelo ultrasónico a los últimos años álgidos del capitalismo glamoroso y desatado del siglo XX.


ADAPTACIÓN A LA TELEVISIÓN:
Ken Annakin dirigió la adaptación a la televisión de la novela de Robbins en 1978. The Pirate tuvo una duración de 4 horas y contó con las actuaciones de Franco Nero (Baydr Al Fay), Anne Archer (Jordana Mason), Olivia Hussey (Leila), Ian McShane (Rashid), Christopher Lee (Samir Al Fay), Michael Constantine (Yashir), James Franciscus (Dick Carriage), Armand Assante (Ahmed), Stuart Whitman (Terry Sullivan) y Eli Wallach (Ben Ezra). En español se conoció como El pirata.

viernes, 26 de junio de 2020

EL DESCENSO DE XANADU, de Harold Robbins (Sudamericana-Planeta)

Título: El descenso de Xanadú
Autor: Harold Robbins (1916-1997)
Título original: Descent from Xanadu (1984)
Traducción: Helena Valentí Petit
Cubierta: Hans Homberg (diseño de cub.); AISA (foto); Jordi Royo (realización)
Editor: Editorial Sudamericana-Planeta (Buenos Aires)
Fecha de edición: 1984-11
Descripción física: 269 p.; 13x21 cm.
Serie: Serie Oro / Borràs Betriu, Rafael (dir.)
ISBN: 978-950-37-0096-9 (950-37-0096-5)
Estructura: 2 libros, 28 y 25 capítulos
Información sobre impresión:
Esta edición se terminó de imprimir
en los Talleres Gráficos TALGRAF
Talcahuano 638 - Buenos Aires - Argentina
en el mes de Noviembre de 1984

Información de contracubierta:
Harold Robbins, cuyo verdadero nombre es Francis Kane, nació en Nueva York en 1916, y ya en los años cuarenta se convirtió en uno de los más famosos autores de best-sellers del mundo entero.
Sólo el propio Robbins podía superar la emoción de Los aventureros o la sensualidad de Adiós, Janette. Lo ha conseguido en El descenso de Xanadú, la novela más emocionante del autor que osa adentrarnos en el centro de nuestros más secretos deseos: vivir para siempre. Adentrarnos en la historia de uno de los personajes más escandalosos, Judd Crane, hombre obsesionado por alcanzar la inmortalidad, hombre fabulosamente rico que está resuelto a vencer a la muerte cueste lo que cueste...
Crane lo tiene todo: dinero, poder, mujeres. Desde su lujoso 747 domina un inmenso imperio financiero: industrias y gobiernos. Todo lo puede comprar, quizá incluso la vida eterna.
Sin escrúpulos, de un magnetismo sexual irresistible, muy inteligente, Judd Crane no acata las leyes comunes de la vida y la vejez, como tampoco acata las reglas que rigen el mundo de los negocios o del sexo. Asistido de una hermosa doctora, protegida de los expertos mundiales en gerontología, Crane se enzarza en una peligrosa aventura en busca del método para triunfar de la vejez y la muerte, y el lector se verá transportado a un alucinante mundo de lujo, de pasión y de intriga.
La búsqueda de la inmortalidad conduce a Crane a países como Yugoslavia, China y Brasil, en cuya selva construye una secreta ciudad atómica desde donde pretende regir su imperio financiero y los laboratorios donde él en persona se ha sometido a los más peligrosos experimentos científicos... todo para no envejecer, para no morir.

MI COMENTARIO:
En 1976, Judd Crane, empresario norteamericano de 42 años, el hombre más rico del mundo, recurre a las oficinas de la doctora Zabiski, situada en Yugoslavia; su objetivo: realizar el tratamiento para alcanzar la inmortalidad. Zabiski es famosa en el mundo por haber alargado la vida de personajes como Stalin y el papa. Crane confía en que ella conozca la forma de acceder a la vida eterna. Mientras transcurre la entrevista, son espiados por Nicolai, alto agente de la KGB, que encomienda a Sofía Ivancich, su amante, que seduzca a Crane y logre infiltrarse en su empresa.

—Las industrias Crane no sólo son el complejo industrial más grande del planeta [le dice Nicolai a Zabiski], sino que además son la fuente de abastecimiento de mayor variedad de productos del gobierno norteamericano. Desde artículos para oficinas, hospitales, hasta equipamiento aeroespacial y armamento pesado.
Desde años que estamos intentando infiltrarnos en el cuerpo ejecutivo de la compañía. Sin resultado. Debido a que Judd es el propietario y único director. Él lo decide todo y sus ayudantes se limitan a cumplir órdenes. La persona que consigue trabajar con él acaba necesariamente sabiendo más acerca de las directrices políticas y planes de Estados Unidos que el propio presidente.

Sofía, como médica especializada en gerontología y geriatría, acompaña a Judd en su viaje. Ingresa así al mundo íntimo del multimillonario, donde las drogas, el sexo y los altos negocios son ingredientes habituales.

[...] ¿Tiene cocaína? [pregunta Sofía].
Él asintió.
—¿Me da un poquito? —Ella notó que él vacilaba—. No se preocupe. Es sólo para despejarme. No quiero echarme a dormir tan pronto.
Él fue a su dormitorio y volvió con el frasco de oro. Le dio vueltas con los dedos y lo golpeó ligeramente por los lados; el tapón de plástico se llenó de polvo blanco.
—Es como una jeringa —le dijo él—. Métaselo en un orificio de la nariz, apriete el fondo y aspire.
—¡Qué complicado! —exclamó ella—. ¿Me lo puede hacer usted?
Le puso el frasco contra la nariz.
—Aspire —le recomendó, apretando el émbolo. Ella inhaló y él se apresuró a poner el frasco en el otro orificio de la nariz.
—¡Vuelva a hacerlo!
La joven quedó inmovilizada unos segundos, luego se volvió a él con los ojos muy abiertos y brillantes.
—He sentido cómo me subía al cerebro —explicó.
Él se rió.
—Sí, a veces pasa.
—Ahora he entrado realmente en calor —añadió ella—. Tengo los pezones endurecidos y ardiendo.
Él la observó en silencio.
—No me cree —insistió ella.
—La creo —replicó él, sonriendo.
—Se burla de mí —repuso ella. Se bajó la cremallera del mono hasta los senos—. ¿Me cree ahora? —le preguntó.
Tenía los pechos duros e hinchados, con los pezones morados y erizados, como pinchos. Él la miró a la cara.
—Muy hermosos.
—Tóqueme —sugirió ella con voz seca—. Tóqueme, se lo ruego, o me da un orgasmo solitario como me ha estado sucediendo durante los pasados cinco años.

La habitualidad de drogarse. La habitualidad de negociar compras y ventas de empresas por millones de dólares. La habitualidad en la búsqueda del orgasmo. Robbins crea en esta novela una especie de utopía de los ricos, a los que le falta únicamente la inmortalidad. Lo hace con un relato frío, paciente, casi didáctico; es lo que más me gustó de la novela: esa atmósfera artificial que hace pensar en las películas de ciencia ficción de los ’70. Sin embargo, le reprocho que no haya explotado ese mundo feliz de una forma más descarada. El descenso de Xanadú daba para una historia más rutilante y pirotécnica, llena de situaciones fascinantes y bizarras alrededor de la vida de este magnate y sus acompañantes. Robbins en general se limita a seguir a sus personajes en sus charlas y movimientos cotidianos, remarcando una medianía cobijada en la opulencia. Hay cierto clima otoñal en este relato: el autor ya había escrito lo mejor de su obra y en los ’80 se conformó con poner el piloto automático en su carrera. Gran consumidor de cocaína, pareciera sufrir aquí el desgaste de su adicción, aunque es una simple conjetura. Hay atentados contra Crane, constantes cambios de escenarios, el embarazo de Sofía y la clandestinidad de su hijo, la construcción del fastuoso complejo Xanadú, la búsqueda y encuentro de un extraño gurú new age que puede tener la clave para terminar la experiencia de Zabiski (pero que resulta otro espía de la KGB)... Sin embargo, lo que importa es ese ambiente de conformismo y morosa evolución interior, que lleva a Judd a unirse a Sofía en el final de la novela, aceptando el amor (y la fatalidad) por encima de su anhelo de inmortalidad.

«Para Judd:
»Recuerda.
»La vida es para los vivos.
»La inmortalidad para la historia.
»Con amor,
Sofía»

Una lectura aceptable que deja ganas de más. Los lectores de Robbins, al igual que sus personajes, se vuelven insaciables.

viernes, 13 de enero de 2017

EL DESCENSO DE XANADU, de Harold Robbins (Planeta)

Título: El descenso de Xanadú
Autor: Harold Robbins (1916-1997)
Título original: Descent from Xanadu (1984)
Traducción: Helena Valentí Petit
Cubierta: Jordi Vallhonesta (diseño); The Image Bank (foto)
Editor: Editorial Planeta (Barcelona)
Edición: 1ª ed. en esta colección
Fecha de edición: 1995-04
Serie: Planeta bolsillo #54
ISBN: 978-84-08-01426-3 (84-08-01426-9)
Depósito legal: B. 9.598-1995
Estructura: 2 libros, 28 y 25 capítulos, índice
Información sobre impresión:
Papel: Offset Editorial Ahuesado, de Clariana, S.A.
Impresión: Duplex, S.A.
Encuadernación: Serveis Gràfics 106, S.L.

Información de cubierta:
La eterna lucha para vencer la vejez y la muerte.

Información de contracubierta:
Harold Robbins, cuyo verdadero nombre es Francis Kane, nació en Nueva York en 1916, y ya en los años cuarenta se convirtió en uno de los más famosos autores de bestsellers del mundo entero. Al gran éxito de su primera novela, No amarás a un extraño (1948), siguió Traficantes de sueños (1949), Una lápida para Danny Fisher (1952), El pirata (1974), Los sueños mueren primero (1977) y Adiós, Janette (1980).

Judd Crane, hombre fabulosamente rico, está obsesionado por alcanzar la inmortalidad y resuelto a vencer a la muerte cueste lo que cueste. Lo tiene todo: dinero, poder y mujeres. Desde su lujoso 747 domina un inmenso imperio financiero: industrias y gobiernos. Todo lo puede comprar, quizá incluso la vida eterna.
Pero Judd Crane no acata las leyes comunes de la vida y de la vejez, como tampoco acata las reglas que rigen el mundo de los negocios o del sexo. Asistido por una hermosa doctora y por expertos en gerontología, el protagonista se enzarza en una peligrosa aventura en busca del método para triunfar sobre la vejez y la muerte.
La busca de la inmortalidad le conduce a diferentes países como Yugoslavia, China y Brasil, en cuya selva construye una secreta ciudad atómica desde donde pretende lograr su sueño de eternidad. Gasta millones de dólares para conseguirlo y está dispuesto a sacrificar todo su imperio, a renunciar a la mujer amada y a darlo todo a cambio, pero al borde del éxito Crane se humaniza y, dándose cuenta de lo inútil de su esfuerzo, renuncia a su sueño imposible.

MI COMENTARIO:
En 1976, Judd Crane, empresario norteamericano de 42 años, el hombre más rico del mundo, recurre a las oficinas de la doctora Zabiski, situada en Yugoslavia; su objetivo: realizar el tratamiento para alcanzar la inmortalidad. Zabiski es famosa en el mundo por haber alargado la vida de personajes como Stalin y el papa. Crane confía en que ella conozca la forma de acceder a la vida eterna. Mientras transcurre la entrevista, son espiados por Nicolai, alto agente de la KGB, que encomienda a Sofía Ivancich, su amante, que seduzca a Crane y logre infiltrarse en su empresa.

—Las industrias Crane no sólo son el complejo industrial más grande del planeta [le dice Nicolai a Zabiski], sino que además son la fuente de abastecimiento de mayor variedad de productos del gobierno norteamericano. Desde artículos para oficinas, hospitales, hasta equipamiento aeroespacial y armamento pesado.
Desde años que estamos intentando infiltrarnos en el cuerpo ejecutivo de la compañía. Sin resultado. Debido a que Judd es el propietario y único director. Él lo decide todo y sus ayudantes se limitan a cumplir órdenes. La persona que consigue trabajar con él acaba necesariamente sabiendo más acerca de las directrices políticas y planes de Estados Unidos que el propio presidente.

Sofía, como médica especializada en gerontología y geriatría, acompaña a Judd en su viaje. Ingresa así al mundo íntimo del multimillonario, donde las drogas, el sexo y los altos negocios son ingredientes habituales.

[...] ¿Tiene cocaína? [pregunta Sofía].
Él asintió.
—¿Me da un poquito? —Ella notó que él vacilaba—. No se preocupe. Es sólo para despejarme. No quiero echarme a dormir tan pronto.
Él fue a su dormitorio y volvió con el frasco de oro. Le dio vueltas con los dedos y lo golpeó ligeramente por los lados; el tapón de plástico se llenó de polvo blanco.
—Es como una jeringa —le dijo él—. Métaselo en un orificio de la nariz, apriete el fondo y aspire.
—¡Qué complicado! —exclamó ella—. ¿Me lo puede hacer usted?
Le puso el frasco contra la nariz.
—Aspire —le recomendó, apretando el émbolo. Ella inhaló y él se apresuró a poner el frasco en el otro orificio de la nariz.
—¡Vuelva a hacerlo!
La joven quedó inmovilizada unos segundos, luego se volvió a él con los ojos muy abiertos y brillantes.
—He sentido cómo me subía al cerebro —explicó.
Él se rió.
—Sí, a veces pasa.
—Ahora he entrado realmente en calor —añadió ella—. Tengo los pezones endurecidos y ardiendo.
Él la observó en silencio.
—No me cree —insistió ella.
—La creo —replicó él, sonriendo.
—Se burla de mí —repuso ella. Se bajó la cremallera del mono hasta los senos—. ¿Me cree ahora? —le preguntó.
Tenía los pechos duros e hinchados, con los pezones morados y erizados, como pinchos. Él la miró a la cara.
—Muy hermosos.
—Tóqueme —sugirió ella con voz seca—. Tóqueme, se lo ruego, o me da un orgasmo solitario como me ha estado sucediendo durante los pasados cinco años.

La habitualidad de drogarse (es gracioso cómo se menciona a la Coca Cola como un estimulante más). La habitualidad de negociar compras y ventas de empresas por millones de dólares. La habitualidad en la búsqueda del orgasmo. Robbins crea en esta novela una especie de utopía de los ricos, a los que le falta únicamente la inmortalidad. Lo hace con un relato frío, paciente, casi didáctico; es lo que más me gustó de la novela: esa atmósfera artificial que hace pensar en las películas de ciencia ficción de los ’70. Sin embargo, le reprocho que no haya explotado ese mundo feliz de una forma más descarada. El descenso de Xanadú daba para una historia más rutilante y pirotécnica, llena de situaciones fascinantes y bizarras alrededor de la vida de ese magnate y sus acompañantes. Robbins en general se limita a seguir a sus personajes en sus charlas y movimientos cotidianos, remarcando una medianía cobijada en la opulencia. Hay cierto clima otoñal en este relato: el autor ya había escrito lo mejor de su obra y en los ’80 se conformó con poner el piloto automático en su carrera. Gran consumidor de cocaína, pareciera sufrir aquí el desgaste de su adicción, aunque es una simple conjetura. Hay atentados contra Crane, constantes cambios de escenarios, el embarazo de Sofía y la clandestinidad de su hijo, la construcción del fastuoso complejo Xanadú, la búsqueda y encuentro de un extraño gurú new age que puede tener la clave para terminar la experiencia de Zabiski (pero que resulta otro espía de la KGB)... Sin embargo, lo que importa es ese ambiente de conformismo y morosa evolución interior, que lleva a Judd a unirse a Sofía en el final de la novela, aceptando el amor (y la fatalidad) por encima de su anhelo de inmortalidad.

«Para Judd:
»Recuerda.
»La vida es para los vivos.
»La inmortalidad para la historia.
»Con amor,
Sofía»

Una lectura aceptable que deja ganas de más. Los lectores de Robbins, al igual que sus personajes, se vuelven insaciables.