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viernes, 20 de julio de 2018

PIMPINELA ESCARLATA EN EL VATICANO, de J.P. Gallagher (Ediciones Selectas)

Título: Pimpinela Escarlata en el Vaticano
Autor: J.P. Gallagher (1917-)
Título original: Scarlet Pimpernel of the Vatican (1968)
Traducción: Federico Lopez-Cruz
Editor: Editorial de Ediciones Selectas (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1968-07
Descripción física: 296 p.; 14x20,5 cm.: tela con sobrecubierta
Estructura: ver contenido
Información sobre impresión:
Este libro se terminó de imprimir en el mes de julio de 1968, en los Talleres Gráficos de la Editorial de Ediciones Selectas S.R.L.
Perú 1186 - Buenos Aires - Rep. Argentina

Información de cubierta:
La más sensacional revelación histórica de los últimos años

Información de solapas:
Notable e intrigante documento de la gloriosa y heroica campaña realizada en Roma y sus alrededores por el Muy Reverendo Monseñor adscripto al Vaticano, Hugh O’Flaherty, un fornido sacerdote irlandés, jovial, suave, bondadoso, franco, cándido e incapaz de hacer el menor daño a quienes no lo merecían, que se convirtió en una leyenda viva y en el hombre más “buscado” por la Gestapo. Fue azote de nazis y fascistas y salvador de más vidas que cualquier otro hombre en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.
Monseñor O’Flaherty fue, tanto literal, como figuradamente el Pimpinela Escarlata del Vaticano, el hombre que creó una organización ultrasecreta para socorrer a sus semejantes y desafió abiertamente a las fuerzas SS alemanas, y, con frecuencia, hasta a sus autoridades de la Iglesia Católica, que no toleraban sus comprometedoras actividades. De pie, solo, en la escalinata de la Basílica de San Pedro, vestido con su sotana negra de vivos rojos, esperaba a toda persona fugitiva en desgracia, para brindarle ayuda y protección, ya fuese soldado o general, campesino o senador, lavandera o princesa, que llegaba hasta él con la esperanza de ser salvada de una cárcel, un campo de concentración y casi seguramente la muerte.
En cualquier noche elegida al azar, Monseñor O’Flaherty tenía bajo su segura protección entre cien y doscientas personas, hombres y mujeres, escondidos en distintos refugios por toda la ciudad de Roma, algunos de ellos en el mismo Collegio Teutonicum, otros prácticamente al lado del Cuartel General de las fuerzas SS en Roma, y hasta una vez en una comisaría policial italiana. En su admirable audacia, llegó al colmo de organizar su propio servicio de información en el seno mismo de la Gestapo.
Monseñor O’Flaherty y el asombroso mayordomo del Ministro de Gran Bretaña ante la Santa Sede, incluso manejaron el mercado negro para servir a los fines de su abnegada y humanitaria causa, produjeron en serie documentos falsos de identidad, y hasta llegaron al colmo de robar botas a la Wehrmacht, para prisioneros de guerra rescatados por su organización.
En el día de la liberación de Roma, el Pimpinela Escarlata del Vaticano y sus colaboradores tenían bajo su protección cuatro mil personas: británicos, sudafricanos, rusos, griegos, norteamericanos y de unas veinte nacionalidades más, aparte de un incontable número de judíos, a quienes había salvado personalmente Monseñor O’Flaherty.
Su organización funcionaba desde la propia Basílica de San Pedro, en el Vaticano, a escondidas del Papa y con ella ayudó notablemente a la victoria de las armas aliadas en Italia. Fue el hombre al que jamás detuvo obstáculo alguno, por grande que fuera, en su sublime misión de caridad; el hombre que operó en un mundo de misterio y arriesgó hasta su propia vida para salvar la de los demás; el hombre que facilitó increíbles fugas, algunas de ellas salpicadas de hilarante insolencia, y, por excelencia, el hombre de quien se puede decir, con justicia, que observó fielmente, en todo momento, el precepto bíblico: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Contenido:
Contenido <5>
Prefacio del autor <7>
1. El joven anti-británico <11>
2. El correo de Dios <33>
3. El Consejo de los Tres <49>
4. “Quiero que me devuelvan mi pantalón de la suerte” <67>
5. El carbonero y la Gestapo <83>
6. Un Judas arrepentido <103>
7. Los británicos adhieren a la causa <117>
8. Espías y Romeos radiales <139>
9. Navidad... y comienzan los días terribles <161>
10. Fugas, capturas y torturas <179>
11. Espionaje en favor de Inglaterra <197>
12. Una “línea directa” con el Cuartel General de las fuerzas SS alemanas <217>
13. Una marcha funesta <233>
14. “¿Quando vengono?” <253>
15. El enemigo implora ayuda <269>
16. Recompensas y castigos <282>

ADAPTACIÓN A LA TV:
Gregory Peck encarnó al valeroso monseñor O'Flaherty en una película para televisión de 1983. The Scarlet and the Black fue dirigida por Jerry London; Peck fue acompañado en el elenco por Christopher Plummer (Cor. Herbert Kappler), John Gielgud (papa Pío XII), Raf Vallone (padre Vittorio), Kenneth Colley (Cap. Hirsch), Walter Gotell (Gen. Max Helm) y Barbara Bouchet (Minna Kappler). En español se conoció como Escarlata y negro.


viernes, 17 de junio de 2016

NO SERAS UN ESCLAVO, de Desmond Bagley (Ediciones Selectas)

Título: No serás un esclavo
Autor: Desmond Bagley (1923-1983)
Título original: Wyatt’s hurricane (1966)
Traducción: Federico López Cruz
Editor: Editorial de Ediciones Selectas (Buenos Aires)
Fecha de edición: 1968-01
Estructura: 10 capítulos con subcapítulos varios
Información sobre impresión:
Este libro se terminó de imprimir en el mes de enero de 1968, en los Talleres Gráficos de la Editorial de Ediciones Selectas S.R.L., Perú 1186 - Buenos Aires - R. Argentina.

Información de solapas:
Este es el relato de lo sucedido en una paradisíaca isla de exuberante naturaleza, situada en el Mar del Caribe, que fue ensombrecida por la tiranía y el miedo. Es una historia de amores, iras, renunciamientos y grandes explosiones de odio, de la eterna lucha entre el bien y el mal, entre un déspota y envilecido tirano, y los ciudadanos que luchan, denodadamente por recuperar su libertad y su dignidad.
En esos bellos escenarios naturales, miles de seres humanos soportan la angustia de un vivir incierto, sin futuro, sometidos a los caprichos de un sádico y corrompido idólatra, que se mantiene en el poder apoyado por sus sicarios. Jamás sospecharía este enloquecido gobernante, que sería derrocado por el pueblo en alianza con la diosa naturaleza, más exactamente, con un fenómeno telúrico, un violento huracán que se cierne sobre la isla con su furia destructora... pero que concluye en brisas de paz y libertad.
Mabel, tal es el nombre del huracán, es localizado por la tripulación de un avión de las Fuerzas Navales de los Estados Unidos, que cumplía un vuelo rutinario de patrullaje sobre el Mar Caribe. Ese fenómeno atmosférico debería pasar sobre las islas del Caribe sin causar el menor daño, pero David Wyatt, un experto civil en meteorología, cuya familia ha residido por espacio de varios años en la región, parece haber desarrollado un sexto sentido en lo que se refiere a huracanes, y ahora está convencido de que Mabel cambiará su rumbo en un momento determinado y se precipitará sobre la isla de San Fernando y, en especial su capital, la pequeña ciudad de St. Pierre.
Todos los antecedentes y datos científicos conocidos están abiertamente en contra de esa certidumbre suya. El Comandante de la base norteamericana de la isla se niega a ordenar la evacuación de la misma y la solitaria voz de Wyatt se ve violentamente acallada por un cataclismo de otra especie: desde las montañas se precipita sobre la ciudad capital de St. Pierre una rebelión contra el tirano dictador que gobierna San Fernando.
Atormentado por la seguridad de una joven azafata a quien ama; ansioso a la vez de que un gobierno liberal sea instituido en la isla después del derrocamiento del tirano, y anhelante, sobre todo, de asegurar la evacuación de S. Pierre, para salvar así a sus habitantes, Wvatt acomete contra obstáculos y dificultades, aparentemente insalvables, ayudado únicamente por un pequeño grupo de civiles, v por supuesto... ¡por el huracán Mabel!
La forma en que logra los objetivos que se ha fijado e incorpora el huracán a la defensa de la causa victoriosa de los rebeldes, hacen de este emocionante relato un magnífico e incomparable exponente en el arte difícil del suspenso, a la vez que puede considerársele como un alegato fuerte y agresivo contra las tiranías, que consuman la destrucción implacable de todo; de los sentimientos, de las buenas costumbres, de las sanas ideas y los valores sobre los que se edifica la vida del hombre y la sociedad de la cual forma parte.

MI COMENTARIO:
Desde fines de los años 50 hasta principios de los 80, la novela de aventuras tuvo un renovado auge, sobre todo de la mano de varios escritores británicos. Alistair MacLean, Hammond Innes y Desmond Bagley encabezaron esa ola de popularidad. Desde mediados de los 60, ese fenómeno se confundió con la gran atención que tuvieron las historias de espionaje, reales y ficticias. La literatura de aventuras fue incorporando los componentes políticos, militares y conspirativos de esa época. Es el caso de Wyatt's Hurricane, la tercera novela de Desmond Bagley, publicada originalmente en 1966.
David “Dave” Wyatt es un meteorólogo nacido en la isla caribeña de St. Kitts, criado en Granada y educado en Inglaterra. Trabaja con la Marina de Guerra de los Estados Unidos en el seguimiento y estudio de los huracanes que periódicamente se forman en el Caribe. En una misión aérea, penetra en uno (llamado Mabel), comprueba su enorme potencia y llega a la conclusión de que, en su trayecto, pasará por la isla de San Fernando, un país ficticio donde se desarrolla toda la acción de la novela. En la Base militar norteamericana de Cap Sarrat da la alerta del desastre que se aproxima, pero es ignorado porque no presenta mayores pruebas. Junto al cónsul británico, se entrevista con Serrurier, el dictador del país, quién también rechaza la previsión, obsesionado como está por la reactivación de un antiguo líder guerrillero, Favel, quien se apresta a lanzar una ofensiva sobre St. Pierre, la capital. Mientras mastica su decepción, Wyatt se reencuentra con Julie Marlowe, una azafata amiga por la que siente un creciente deseo. Junto a ella viajan John Causton, un curtido periodista inglés, y James “Big Jim” Dawson, un afamado escritor, especie de heredero de Hemingway. En el momento que intentan huir con otras personas de St. Pierre, Wyatt y Dawson son detenidos por la policía, sospechosos de ser subversivos; Dawson es duramente torturado. Julie y los otros huyen, mientras que Causton, en una bizarra escena, es reclutado a la fuerza en el ejército gubernamental, luego de pintarse con betún para parecer un negro y tratar de huir más fácilmente entre las personas de la ciudad.
Favel lanza su ofensiva y avanza rápidamente hacia la capital, tomando parte de ella. Wyatt puede llegar hasta él y le advierte del inminente arribo del huracán. El jefe rebelde pergeña un plan terrible para alcanzar la victoria final: decide evacuar a la población capitalina y dejar que las fuerzas de Serrurier se reagrupen en la ciudad ya vacía, justo en el momento en que el huracán haga su entrada en la misma, lo que posibilitará la destrucción del ejército, el gobierno y el propio presidente. Wyatt se siente aterrado ante semejante jugada: será la primera vez que se use una fuerza de la naturaleza como un arma de destrucción masiva. Cuestiona la decisión, pero no puede hacer nada.
La novela llega a su cima con la descripción de la llegada del huracán y la difícil supervivencia a la que se ven sometidos los protagonistas, resistiendo en unos huecos cavados con ese fin.

El sol se había puesto y ahora reinaba una oscuridad absoluta, una impenetrable oscuridad, rota únicamente por los fogonazos de los relámpagos, que se estaban tornando más frecuentes cada vez. Los truenos se perdían en el estruendo general del huracán que, para el adiestrado oído de Wyatt, estaba intensificándose rápidamente. La velocidad del viento seguía aumentando, aunque sin instrumentos resultaba imposible calcularla con exactitud. Sin embargo, había una cosa segura: el viento estaba muy por encima del tope señalado en la Escala Beaufort.
Wyatt pensó, muy gravemente divertido, en la pregunta de Causton sobre si el huracán empeoraría más aún. Causton no tenía un concepto siquiera aproximado sobre las fuerzas de la naturaleza. Uno podría hacer detonar una bomba atómica en el seno de este huracán y la insignificante energía de la misma se perdería por completo, absorbida por el infinitamente mayor cataclismo. Y eso no era demasiado malo. Cierto que Mabel era un huracán de los más malignos que Wyatt había visto en su carrera profesional, pero hubo otros bastante peores, así como, en los archivos meteorológicos existían constancias de vientos de muchísima mayor velocidad.
[...]
El huracán alcanzó su máxima violencia poco después de la media noche. Solamente el estruendo que provocaba ya era una cosa aterradora: un maligno y terrorífico aullido que parecía paralizar la mente. La lluvia había amainado un tanto y ya no caían gotas, sino una especie de lluvia vaporizada que pasaba a ras de tierra a una velocidad de más de cien millas por hora y que, como había pronosticado Wyatt, el agua depositada en tierra por la precipitación pluvial hasta entonces, había sido elevada al espacio por la furia del viento.
Ahora eran continuos los fogonazos de los relámpagos, que inundaban el promontorio de un resplandor azulado y en un momento determinado, cuando Wyatt alzó los ojos, vio claramente las siluetas de las montañas del Macizo de los Santos. Aquellas grandes moles resistirían al terrible viento. Se alzaban al espacio con sus raíces profundamente hundidas en las entrañas de la tierra y constituían un adversario digno del huracán, que se destrozaría la propia vida al lanzarse ciegamente contra ellas. Tal vez esa barrera despojaría a Mabel de lo más maligno y entonces proseguiría su marcha a través del Caribe, para desintegrarse, ya sin vida, debido a la mortal herida que había recibido contra las montañas. Tal vez. Pero eso no contribuiría a aliviar la agonía de la isla San Fernando.

Es la mejor parte de la novela. Después viene la parte más floja cuando, terminado el evento, Dave sale en busca de Julie, quién se había refugiado en uno de los cerros que rodea a la capital. Es un tramo final convencional, bastante previsible, pero que no opaca una novela sólida y entretenida.
Es interesante que en la novela no aparezcan comunistas, teniendo en cuenta que la historia se desarrolla en una isla caribeña a mediados de los 60. La lucha es entre un nacionalista estatista y algo antinorteamericano (Serrurier) y un nacionalista más bien liberal y modernizador (Favel). No hay lugar para la extrema izquierda: la trama parece provenir de décadas anteriores. Sí aparecen otros actores que le dan un sentido más contemporáneo: la actividad de los traficantes internacionales de armas (proveedores de los rebeldes), la injerencia de una gran empresa norteamericana (vieja pieza de juego en las historias sobre Latinoamérica) y el rápido auxilio que brinda la Marina de EE.UU. luego del desastre (desde una base militar alquilada a San Fernando por un precio ínfimo). No serás un esclavo es una novela primeriza del thriller moderno, nacido en esos años, que cumple su objetivo de llevarnos a la aventura dando sólo un vistazo a cualquier aspecto polémico que pudiera venir de la actualidad.


viernes, 1 de mayo de 2015

LA HORA DEL DRAGON, de George Yin-Tai (Ediciones Selectas)

Título: La hora del dragón
Autor: George Yin-Tai
Título original: [s.d.]
Traducción: [s.d.]
Editor: Editorial de Ediciones Selectas (Buenos Aires)
Fecha de edición: 1968-10
Estructura: 16 capítulos con subcapítulos varios
Información sobre impresión:
Este libro se terminó de imprimir en el mes de octubre de 1968, en los Talleres Gráficos de la Editorial de Ediciones Selectas S.R.L., Perú 1186 - Buenos Aires - Rep. Argentina.

Información de cubierta:
La fantástica operación de espionaje que puso a China Continental en posesión del secreto de la bomba H.

Información de solapas:
La corteza terrestre se estremeció en varias oportunidades. Por mejor decir, en todas las ocasiones en que las grandes potencias hicieron explotar sus bombas atómicas o hidrógenas, que centuplican a las primeras en su terrible poder destructivo.
Pero el mundo se habría de sacudir hasta más allá de la magma el día 17 de junio de 1967, cuando China Continental hizo estallar su primera bomba H. Porque al hecho en sí —ya de suyo inquietante por su significancia política— se agregaba otro mucho más trascendental y atemorizador: el Gran Dragón Chino despertaba de su largo letargo de siglos y rugía lanzando amenazantes bocanadas de fuego. La humanidad tembló de pavura. Todas las miradas se volcaron hacia las otras grandes potencias, poseedoras del secreto atómico; Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña. ¿Cómo era posible?... ¿No era cierto que esas naciones habían asegurado que el terrible secreto permanecía, en interés de la seguridad del mundo, enterrado en cajas inaccesibles, a centenares de metros de profundidad. ¿Cómo podía ser, entonces, que China se hubiese apropiado del gran secreto y que estuviese realizando explosiones de prueba en un lapso inferior en cuatro quintos al tiempo convencional requerido por las otras potencias?... ¿Cómo era posible?
Pero los cómo, los cuándo y los porqué no tuvieron respuesta, porque el Dragón Rojo mantuvo hasta el último instante no solamente el secreto de la fabricación de los espantosos artefactos atómicos, sino todos los hechos históricos que llevaron a la obtención del grande y a la vez temible invento. Pero hoy, gracias a la silenciosa y eficiente labor de un escritor-periodista que tiene indiscutible talento en el decir de las cosas, es posible conocer los estremecedores, fantásticos y sangrientos pormenores, incidentes y aventuras del más alto nivel del espionaje internacional, que llevaron a la posesión del gran secreto.
“LA HORA DEL DRAGON”, que EDICIONES SELECTAS se enorgullece en presentar es un vívido y dramático relato acerca de esa increíble aventura. China Continental necesitaba el invento atómico, con desesperación, porque llegada era la trágica hora del ser o no ser como Estado y Potencia mundial. Obtenerlo constituía un alto imperativo político. Frente a iguales dilemas, las naciones sacrifican a veces principios, ideales, hombres... ¿Cabe admirar que China haya seguido el clásico ejemplo?... Jimmy Cheng, el gran investigador, la bellísima Nan-Si von Kracow, los sabios Richard Moskey, Karl Fuchs y Franz Chiang, el escurridizo Liu-Mo-fang, el temible y enigmático Wu Ta-kun, jefe del Círculo de la Serpiente, la gran Organización del espionaje chino, y aún el mismísimo Mao Tsé-tung, sólo son hitos humanos colocados al paso de un alud... Son los hechos los que trascienden el decurso histórico y ellos, por medio de este libro genial, nos llevan por los caminos del deleite, del asombro, y por veces también del miedo.

martes, 14 de enero de 2014

EL INFIERNO DE BIRKETT, de Richard Mason (Ediciones Selectas)

Título: El infierno de Birkett
Autor: Richard Mason (1919-1997)
Título original: The fever tree (1962)
Traducción: N. Morales Loza
Editor: Editorial de Ediciones Selectas (Buenos Aires)
Fecha de edición: 1963-01
Descripción física: 336 p.; 14,5x20,5 cm.: tela con sobrecubierta
Estructura: 3 partes, 21 capítulos
Información sobre impresión:
Este libro se terminó de imprimir en el mes de enero de 1963, en los Talleres Gráficos de la Editorial de Ediciones Selectas S.R.L., Perú 1186 - Bs. As. - Rep. Argentina.

Información de solapas:
Con el pintoresco y atractivo fondo escénico de coloridos mercados y silenciosos templos, de los campos ecuestres de Kathmandu y los nevados y montañosos pasos del intrigante Tibet, Richard Mason teje una trama de violencia, intriga, suspenso y amor, todo lo cual vierte en una inolvidable novela.
Para ser más precisos “El Infierno de Birkett” se desarrolla en la legendaria y misteriosa India y en el poco conocido Nepal, y tiene la misma vivacidad y frescura que los éxitos anteriores de este extraordinario narrador, que cautivaron a los lectores más exigentes.
El héroe de esta historia, Birkett, es un endemoniado personaje enemigo declarado del mundo, un hombre de acción, nada sentimental, dispuesto a los más reprochables procedimientos y con una mentalidad que no le permite establecer la diferencia entre el bien y el mal, un individuo que frecuentó todos los caminos de la vida y por último acepta la comisión de asesinar, porque supone que la humanidad lo ha defraudado y merece ser despreciada, y tratada con violencia.
La falto de escrúpulos, de este soldado inglés de fortuna, no tiene límites, se guía por sus instintos primarios y no tiene reparos en admitir la adoración de distintas mujeres; procede con egoísmo y ensañamiento, como si todos fuesen culpables de su descomposición moral, y se convierte en un hombre imposible, despiadado, impermeable a los holocaustos de los emociones, que conceptúa el amor como una debilidad o defecto del género humano.
Sin embargo, Birkett, llega a tener conciencia de que el amor puede tener una formidable fuerza, cuando una apacible tarde, en Nueva Delhi, encuentra a Lakshami, encantadora e inocente joven hindú con un desdichado pasado y un corazón valeroso, para cuya gentil inexperiencia él representa la perfección de la masculinidad. Con ella se embarca Birkett en su más grande aventura... la cual le proporciona desilusión, sabiduría y un amor desinteresado, y la pasión, que sin saberlo, ha estado buscando toda su vida.
El drama se cierne sobre nuestro héroe, cuando reconciliado con la humanidad, desea renunciar a la secreta y peligrosa misión que le trajo a la India, y se ve obligado a huir, no sólo de sus enemigos, sino de su propio pasado, y buscar refugio en medio del inhóspito Himalaya.
Esta obra va más allá del sencillo planteo de situaciones escabrosas. Es una novela escrita con gran estilo, plena de vida y excitación, lograda por un maestro en el arte de destacar los valores que dignifican al hombre y consciente observador del medio en que se mueven sus personajes. Mason plantea un delicado y agudo problema, que se localiza comúnmente en los desubicados sociales, una simple pero grave realidad moderna de características universales, analizada y criticada infinidad de veces, infructuosamente. Un libro para leerse con entusiasmo y no olvidar jamás.