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jueves, 27 de marzo de 2025

UN LOTO PARA MISS QUON, de James Hadley Chase (RBA)

Título:
Un loto para Miss Quon
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: A lotus for Miss Quon (1962)
Traducción: Antonio Padilla
Cubierta: Tomás Frost (diseño); Luz de la Mora (imagen)
Editor: RBA Libros (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 2012-06
Descripción física: 246, 6 p.; 14x21,5 cm.: solapas
Serie: Serie negra #205
ISBN: 978-84-9006-309-5
Depósito legal: B. 16.896-2012
Estructura: 14 capítulos con varios subcapítulos cada uno
Información sobre impresión:
Impreso en España
 
Información de contracubierta:
«LAS MEJORES VIRTUDES DE CHASE RESIDEN EN EL RITMO Y EN UNA GRAN HABILIDAD PARA MEZCLAR HUMOR Y VIOLENCIA». EL PAÍS
¿Hasta dónde es capaz de llegar la codicia de un ser humano? Steve Jaffe encontró una pronta respuesta a esta difícil pregunta cuando, por casualidad, halló un botín de dos millones de dólares en diamantes escondido en su villa de Saigón. No habiendo sido jamás una persona violenta, Jaffe se descubre a sí mismo asesinando a su criado cuando este le asegura que pondrá al corriente del hallazgo a las autoridades locales. Y es que Jaffe, por encima de todo, está dispuesto a huir con tan valioso tesoro, aun a costa de cargar un crimen sobre su conciencia. Perseguido por muchos y receloso de todos, su único aliado en esta peligrosa aventura será una hermosa y misteriosa mujer... Pero ¿podrá confiar realmente en ella?
James Hadley Chase es uno de los autores británicos de suspense mejor valorados por la crítica y el público. Un loto para Miss Quon, una trepidante y exótica novela llena de tensión, reúne los mejores ingredientes de uno de los más aclamados maestros del género negro.
 
Información de solapas:
JAMES HADLEY CHASE
(Londres, 1906 - Corseaux, Suiza, 1985)
Es el pseudónimo de René Brabazon Raymond, novelista británico formado entre Inglaterra y la India, donde su padre ejercía de coronel de la Armada. Conocedor del mundo editorial y de la industria del libro, tras haber trabajado en varios eslabones del sector, en 1939 se estrenó como autor de novelas de suspense y misterio. Su primera obra, El secuestro de Miss Blandish, gozó de gran popularidad y pronto fue llevada al teatro en el West End londinense y al cine.
A partir de ese momento, la carrera literaria de Chase creció en popularidad y títulos, entre los que destacan Con las mujeres nunca se sabe, Eva (SN, 6), Más mortífero que el hombre, Entre sombras, Muerte aplazada, El buitre paciente y Cambio de escena, entre otros.

ADAPTACION CINEMATOGRÁFICA:
Lotosblüten für Miss Quon fue dirigida por Jürgen Roland en 1967 y protagonizada por Lang Jeffries (Mark Jason), Francesca Tu (Nhan Lee Quon), Werner Peters (Charlie Lee), Daniel Emilfork (Inspector Gonsart), Sal Borgese (Jojo), François Cadet (Wade), Christa Linder (Stella), Luciana Paoli (Anita), Kam Re (Lam Than) y Tien Tan (padrino). No pude saber si se estrenó en español.

jueves, 14 de marzo de 2024

EL BUITRE PACIENTE, de James Hadley Chase (Emecé)

Título:
El buitre paciente
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: The vulture is a patient bird (1969)
Traducción: Kicsi Schwarcz
Cubierta: Eduardo Ruiz (diseño)
Editor: Emecé Distribuidora (Buenos Aires)
Edición: 2ª impr.
Fecha de edición: 1990-07
Descripción física: 256, 2 p.; 14x20 cm.: solapas
Serie: Grandes maestros del suspenso
ISBN: 978-950-04-0976-6 (950-04-0976-3)
Estructura: 9 capítulos
Información sobre impresión:
Edición anterior: 18.000 ejemplares
2ª impresión en offset: 4.000 ejemplares
Impreso en Compañía Impresora Argentina S.A., Alsina 2041/49, Buenos Aires, julio de 1990
 
Información de contracubierta:
Kahlenberg es un coleccionista de objetos de arte, millonario y obsesivo. Ha robado a un coleccionista rival un famoso anillo envenenado que perteneció a César Borgia. Su colección está oculta en un remoto paraje de África. Un criminal, un contrabandista y un cazador son contratados para recobrar el anillo. Los acompaña una hermosa mujer que debe penetrar en el lugar secreto.
El buitre paciente es una apasionante historia de aventuras que demuestra una vez más que muy pocos escritores pueden llegar al nivel de Chase en el manejo del suspenso.
 
Información de solapas:
James Hadley Chase (René Raymond) nació en Londres, estudió en Rochester y vivió durante un tiempo en Francia. Escribió más de ochenta novelas policiales, que llevan vendidos alrededor de veinte millones de ejemplares en el mundo y lo colocaron a la cabeza de los escritores del género. Aunque nunca viajó a los Estados Unidos, solía describir la sociedad norteamericana en forma muy dura, generalmente certera.
“Un maestro en el arte del engaño.”
New Statesman
“Chase es un novelista nato... Aparte de Graham Greene (a quien Chase se acercaba de vez en cuando), es el único que consiguió expresar romanticismo y pureza —por no decir puritanismo— a través de la violencia y el realismo de la escuela dura norteamericana.”
Le Monde
“Un sorprendente narrador de historias. No hay momentos aburridos con él. Todas sus tramas tienen destreza técnica, suspenso y escalofríos garantizados. Uno se deja llevar mientras lee sin parar. No hay nada más placentero que una obra de este excelente artesano.”
L’Express
“Si usted busca entretenimiento, no podrá encontrar algo mejor.”
The Times
“La manera en que construye la trama, capa sobre capa, es tan efectiva... la tensión crece...”
The Sunday Times
 
MI COMENTARIO:
El buitre paciente es una novela atípica en la obra de James Hadley Chase. A diferencia de su mundo de policías, detectives privados, espías gubernamentales, ladrones y maleantes varios, este relato es una combinación de historia de mercenarios, viaje de aventuras por lugares exóticos y novela de espionaje corporativo, todo dentro de la atmósfera noir que Chase imponía a sus novelas.
De un lado está Armo Shalik, un brillante empresario del espionaje privado. Chase cuenta así la historia de su ascenso:
 
Unos diez años atrás, Armo Shalik, harto de su forma mezquina de vida, informó por medio de un discreto aviso en un diario egipcio, que estaba dispuesto a aceptar cualquier trabajo, que presentara dificultades, por una paga razonable. Recibió sólo una contestación, pero fue suficiente, ya que su cliente era un príncipe árabe que deseaba obtener informaciones secretas concernientes a un futuro convenio de petróleo entre un rival suyo y una compañía de petróleo americana. Usando el dinero del príncipe y su propio cerebro, Shalik consiguió la información. El convenio le reportó 10,000 dólares netos, una paga suficientemente modesta, pero el príncipe quedó agradecido y corrió la voz de que si se estaba en dificultades, si se quería obtener información secreta, Shalik era el hombre que había que consultar.
Al año siguiente, con el capital que había ahorrado, se mudó a Londres. Adquirió una pequeña lista de clientes muy adinerados que lo consultaron continuamente. El dinero, por supuesto, no era ninguna objeción. Los honorarios de Shalik se elevaron bruscamente, pero siempre ahorraba. Entre sus clientes estaban tres petroleros millonarios de Texas, cuatro príncipes árabes, dos mujeres americanas enormemente ricas, un magnate griego, un despachante de aduana y una cantidad de industriales ingleses, franceses y alemanes.
A menudo decía:
—Nada es imposible teniendo una cantidad ilimitada de dinero y cerebro.
Se detenía para mirar fijo a su cliente.
—Usted suministrará el dinero... yo el cerebro.
 
Del otro lado se encuentra Max Kahlenberg, un excéntrico y misterioso millonario, coleccionista de alto vuelo, que vive recluido en su fortaleza de las montañas de Drakensberg, en Sudáfrica.
 
Es enormemente rico [cuenta Shalik]. Tiene un apremio compulsivo por adueñarse de los mejores tesoros de arte que puedan caer en sus manos. Es extremadamente inescrupuloso. Tiene una cadena de ladrones expertos en arte que trabajan para él. Han robado objetos de arte de los más grandes museos, y hasta del Vaticano, para llenar su museo, el que, sin duda es el mejor del mundo. [...] Conocí a su padre, un alemán refugiado de la primera guerra mundial, que se encontró rico, al descubrir una de las más grandes minas de oro, justo en las afueras de Jo’burg. El viejo Karl Kahlenberg era astuto y nada tonto. Invirtió bien el dinero y ordeñó su mina hasta que estuvo seca. Por lo que oigo, terminó con millones. Se casó con una chica del lugar cuando tenía más de sesenta años. Lo hizo porque quería un hijo que continuara el apellido. Lo tuvo: Max Kahlenberg. Hubo un verdadero misterio alrededor de su nacimiento. Ninguno, excepto el médico y la enfermera vio el bebé. Hubo rumores de que era anormal... algunos hasta dijeron que era un monstruo. De todos modos, ninguno posó sus ojos sobre el bebé. El viejo murió en un accidente en una cacería. La señora Kahlenberg se mudó de Jo’burg y construyó una casa en el corazón de la cordillera de Drakensberg. Continuó escondiendo a su hijo, apartándose de todo contacto social. Murió hace unos veinte años atrás. Max Kahlenberg sigue siendo un recluso. Se supone que es tan inteligente como el padre. Agrandó la casa que construyó su madre. Tiene alrededor de cien millas cuadradas de selva rodeándola y emplea una cantidad de zulúes entrenados, para mantener a los excursionistas, turistas y boquiabiertos alejados de la casa.
 
Kahlenberg tiene en su poder el anillo de César Borgia, una reliquia de valor inconmensurable. Shalik contrata a tres mercenarios, Lew Fennel, Kennedy Jones y Garry Edwards, para que penetren la mansión del multimillonario y roben la sortija. Los tres irán a Sudáfrica acompañados de Gaye Desmond, su colaboradora y espía, una modelo especialista en “sexpionaje”, que le reportó grandes ganancias con su trabajo. Lo que no sabe Shalik es que Kahlenberg conoce sus planes, ya que se infiltró en su organización mediante Natalie Norman, su propia secretaria. Ella fue chantajeada por Charles Burnett, presidente del National Bank de Natal (propiedad de Kahlenberg), utilizando a Daz Jackson, un vividor que se encargó de seducir y enamorar a Natalie para finalmente presionarla y exigirle dinero, el cual pudo obtener con Burnett, a cambio de realizar grabaciones secretas de las reuniones de Shalik. Después que Natalie entregó a Burnett las cintas que revelan el plan de robo del anillo, Burnett le paga como había acordado; sin embargo, luego de tomar el dinero, Daz la abandona cínicamente, rompiéndole el corazón. Natalie, deprimida, se suicida. Chase lo cuenta con el estilo noir desalmado que lo caracterizaba:
 
Fue a la cocina moviéndose lentamente como una sonámbula y encontró un pequeño y afilado cuchillo de cortar verduras. Llevándolo consigo, se detuvo para echar cerrojo a la puerta principal, luego entró al baño. Abrió las canillas de la bañadera y se quedó parada en un oscuro aturdimiento hasta que estuvo medio llena de agua templada. Tiró los zapatos y se metió dentro. Su pollera tableada se infló y la presionó hacia abajo. Sintió el remojo reconfortante del agua en su desesperanzado cuerpo, a través de sus ropas.
Se quedó inmóvil. ¿Dolería? Decían que era la forma más fácil de morir. Apretando los dientes, llevó la amada hoja hacia la muñeca izquierda. Cortó hondo y contuvo un llanto de dolor. El cuchillo se le escapó de la mano. Por un breve instante, miró el agua que la rodeaba, que ahora se ponía rosada y se iba oscureciendo, luego cerró los ojos.
Se quedó allí tendida, pensando en Daz con su hermosa cara y su largo pelo enrulado y su hermoso y fuerte cuerpo hasta que lentamente se deslizó fuera de la vida, una vida que ya no le servía.
 
Shalik se entera de la muerte de la chica y de la existencia de las cintas; de todas formas, decide seguir con sus planes. Los mercenarios y Gaye viajan a Sudáfrica. Después de un tortuoso viaje —donde Fennel incuba la venganza por intentar propasarse con Gaye sin lograrlo—, llegan a la mansión de Kahlenberg, quien los recibe amistosamente, tomándolos como fotógrafos de una revista naturalista. Al intentar la sustracción de la antigua joya, son atrapados. Kahlenberg no los castiga, sino que les impone un extraño juego: los libera con la condición de que serán perseguidos por sus zulúes, luego de un breve tiempo de gracia. Si son incapaces de pasar los límites de su propiedad, serán asesinados. La huida por selvas y pantanos será atroz. Además, el anillo de Borgia tiene un secreto: Kahlenberg le agregó veneno para que renueve su famosa función de matar silenciosamente. La Muerte realizará su cosecha, hasta llegar al mismísimo Shalik...
El buitre paciente es una novela poderosa, atrapante, que mantiene su tono pesimista, con personajes que parecen funcionar sólo por sus pulsiones de ambición, avaricia y deseo. Chase fue reconocido como el celebrador del mal. Aquí queda en evidencia ese mote.


ADAPTACIONES AL CINE Y LA TV:
En 1991 se estrenó en la televisión italiana una película de dos partes basada en la novela de Chase. L'avvoltoio può attendere fue dirigida por Gian Pietro Calasso; participaron Donald Pleasence (Shalik), Bruno Bilotta (Kahlenberg), Michela Rocco di Torrepadula, Roland Waden, Valeria D'Obici, Massimo Serato, Sasha D'Arc, Bruno Corazzari y Luigi Amodeo.


Curiosidad: en 1978, se estrenó en la India una coproducción indo-norteamericana llamada Shalimar, inspirada parcialmente en la novela de Chase. Fue dirigida por Krishna Shah. El elenco combinó actores indios y extranjeros: Dharmendra (S.S. Kumar), Zeenat Aman (Sheila Enders), Rex Harrison (Sir John Locksley), Sylvia Miles (Countess Rasmussen), John Saxon (Col. Columbus), O.P. Ralhan (K.P.W. Iyengar, Romeo) y Shammi Kapoor (Dr. Bukhari). En la India se produjeron varias películas basadas en la obra de Chase.

viernes, 16 de junio de 2023

MISION EN VENECIA, de James Hadley Chase (Emecé)

Título:
Misión en Venecia
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: Mission to Venice (1954) \ N° 1 en la serie “Don Micklem”
Traducción: Olga Álvarez
Editor: Emecé Editores (Buenos Aires)
Edición: 2ª impr.
Fecha de edición: 1987-04
Descripción física: 237, 2 p.; 14x20 cm.
Serie: Grandes maestros del suspenso
ISBN: 978-950-04-0455-6 (950-04-0455-9)
Estructura: 14 capítulos
Información sobre impresión:
Edición anterior: 6.000 ejemplares
2ª impresión en offset: 2.000 ejemplares
Impreso en Compañía Impresora Argentina S.A., Alsina 2041/49, Buenos Aires, abril de 1987
 
Información de contracubierta:
Don Micklem firmó la última carta y suspiró aliviado. “Estoy deseando tomar unas tranquilas vacaciones en Venecia”, le dijo a su secretaria. Pero el millonario playboy habría sido mucho más afortunado si se hubiese quedado en su propia casa. Porque algo le había ocurrido a un tal John Tregarth en Venecia y Micklem se vio envuelto, sin saberlo, en una siniestra trama de espionaje. La muerte parecía acecharlo en la esquina de cada canal.
Misión en Venecia es una notable novela de acción y suspenso. Otro gran best seller de James Hadley Chase.

ADAPTACIÓN AL CINE:
En 1964 se realizó la película Agent spécial à Venise, basada en esta novela de Chase. Coproducción franco/ítalo/alemana occidental, fue dirigida por André Versini y protagonizada por Sean Flynn (Michael Newman/Michel Nemours), Madeleine Robinson (Marie Trégard), Pierre Mondy (Paul Trégard), Jacques Dufilho (César el mayordomo), Hannes Messemer (Carl Natzka), Karin Baal (Maria Natzka), Daniel Emilfork (Monsieur Coliso), Jacques Monod (coronel Vallier), André Versini (Larry Devane) y Ettore Manni (Giuseppe). En España se conoció como Trampa secreta.

viernes, 8 de abril de 2022

PRUEBELO PARA VER COMO LE QUEDA, de James Hadley Chase (Emecé)

Título:
Pruébelo para ver cómo le queda
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: Try this one for size (1980) \ N° 5 en la serie “Herman Radnitz”; N° 13 en la serie “Tom Lepski”
Traducción: Diana Trujillo
Cubierta: Javier Parodi (foto)
Editor: Emecé Editores (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1982-06
Descripción física: 206, 1 p.; 13,5x20 cm.
Serie: Grandes maestros del suspenso
ISBN: 978-950-04-0087-9 (950-04-0087-1)
Estructura: 8 capítulos
Información sobre impresión:
Primera edición en offset: 8.000 ejemplares
Impreso en Compañía Impresora Argentina S.A., Alsina 2041/49, Buenos Aires, junio de 1982
 
Información de contracubierta:
Esta nueva novela de James Hadley Chase, enriquece, una vez más, la colección Grandes Maestros del Suspenso. El museo Hermitage de Leningrado resuelve prestar al Museo de Bellas Artes de Washington varias de sus más importantes piezas para ser exhibidas en público. Entre ellas, un icono que fue propiedad de Catalina la Grande, el más antiguo de que se tenga noticia, de un valor incalculable.
Una banda de expertos en robos de obras de arte logra apoderare del icono, pero el futuro comprador, que desea mantener el secreto, exige que la pieza le sea entregada en Suiza. Difíciles son los pasos que se deben dar. El presidente de los Estados Unidos dispone clausurar todas las posibles salidas hacia el extranjero. El relato del robo y su posterior desenlace permiten a Chase elaborar uno de sus más logrados trabajos en el arte de mantener al lector en vilo desde la primera a la última página de esta magnífica novela de suspense. El final es realmente inesperado.
 
MI COMENTARIO:
Paradise City (ciudad ficticia donde Chase instaló gran parte de sus historias). Ed Haddon, el rey de los ladrones de arte, se asocia a Claude Kendrick, propietario de una turbia galería de objetos valiosos, con la finalidad de encontrar un comprador para un ícono de valor incalculable, perteneciente a Catalina la Grande, que la Unión Soviética ha prestado para una gran exposición en EE.UU. Herman Radnitz, multimillonario jefe de una trama de negocios ilícitos de alcance mundial, muestra su interés de pagar seis millones de dólares por el ícono, pero impone una condición problemática: el objeto le debe ser entregado en Zúrich. Kendrick se entera de que Tom Lepski, policía de Paradise City, viajará a Europa con su esposa Carroll. Se asegura de que el ícono sea plantado en su equipaje sin que se den cuenta. Además contrata a Pierre y Claudette Duvine, una pareja de amantes dedicados al robo en Francia, para que sigan y se amiguen con el matrimonio turista y cambien el ícono verdadero por una copia para llevarlo a Radnitz. Sin embargo, éste tiene su propio plan: contrata al mercenario Sergas Holtz para que se apodere del ícono, con el que piensa hacer un trato de varios millones de dólares con un miembro del gobierno de la Unión Soviética.
Chase hace un gran ejercicio de novela de robo y traiciones. Sin embargo, al final, casi todos terminan perdiendo. El final del libro es como un agujero negro donde caen y se anulan todas las esperanzas y ambiciones. Quizás el único que gana es Sergas, eficiente en su trabajo como nadie. Así es descripto:

A los veintiocho años, Sergas Holtz era un animal del sexo masculino con un cuerpo espléndido, que exhibía un orgullo fanático por mantenerlo en óptima forma. Alto, con cabellos rubios hasta los hombros, músculos de boxeador y piernas largas, de espaldas despertaba el interés de las mujeres, interés que se hacía cauteloso cuando él se daba vuelta.
El rostro de Sergas asustaba y al mismo tiempo fascinaba a las mujeres. La cara delgada, la nariz corta de boxeador, los ojitos grises y fríos y la boca sensual eran un desafío sexual para chicas que querían emoción. Incluso cuando reía, los ojos no acompañaban en la alegría. No era hombre de invitar a la amistad. Durante todos los años que sirvió como soldado mercenario matando, robando y violando con otros en el Congo y otras partes de África, ninguno de sus camaradas se sintió atraído hacia él. Hasta sus profesores, a pesar de ser un excelente estudiante, eludieron su amistad, sintiendo que había una misteriosa maldad en él.

Evidentemente, Chase se veía en este espejo secreto. Sergas también da una lección de afinidades sexuales:

Se dio vuelta y se incorporó apoyándose en el codo para mirar a la muchacha, recorriéndola con los ojos. Le gustaba la carne negra. Ahora lo aburrían las mujeres blancas. Esperaban recibir mucho antes de dar, e incluso cuando él les daba el gusto en sus estupideces y exigencias, a veces esquivaban la definición final. Las muchachas negras querían hacerlo o decían que no. Y eso él lo apreciaba. Desde que estaba en Miami había evitado a las sosas muchachas blancas y se había dirigido hacia la zona occidental de la ciudad donde se encontraba la acción.

Sergas encuentra el jefe adecuado en Herman Radnitz. Éste quedó perfilado así por un periodista de Le Fígaro:

Radnitz es el rey de los grandes negocios. Si usted quiere construir una represa en Hong Kong, o iniciar un servicio de ferry entre Inglaterra y Dinamarca, si quiere instalar equipos de electricidad en la China, antes de siquiera empezar a hacer planes, consulte con Radnitz: él solucionará la financiación.
Radnitz está en casi todo: barcos, petróleo, la industria de la construcción, aviones, y tiene buenas conexiones con el gobierno soviético, y está en excelentes relaciones personales con el Presidente de los Estados Unidos de América. Probablemente sea, fuera de Arabia Saudita, el hombre más rico del mundo.

Bien podría la inspiración de un Soros o un Gates...
Las historias de Chase son una invitación al cumplimiento de los deseos que la vitalidad propone. También es un convite a la malicia. Sin embargo, al final triunfa el destino, repartiendo decepciones.
 
ADAPTACIÓN AL CINE:
Try This One for Size (1989) fue dirigida por Guy Hamilton, dentro de un ciclo de 4 películas con el personaje de Tom Lepski haciendo de investigador internacional de seguros. El elenco estuvo encabezado por Michael Brandon (Tom Lepski), David Carradine (Bradley), Arielle Dombasle (Maggie), Guy Marchand (Ottavioni), Mario Adorf (Radnitz), Peter Bowles (Igor), Harold Innocent (Kendrick), Edward Meeks (Lindsay) y Valérie Steffen (Carol). En España se conoció como Con perdón de usted.


jueves, 1 de abril de 2021

ESTA VEZ INVITO YO, de James Hadley Chase (Emecé)

Título:
Esta vez invito yo
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: Have this one on me (1967) \ N° 3 en la serie “Mark Girland”
Traducción: Constanza Fantin de Bellocq
Cubierta: Eduardo Ruiz (diseño)
Editor: Emecé Editores (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1989-12
Descripción física: 249, 5 p.; 14x20 cm.: solapas
Serie: Grandes maestros del suspenso
ISBN: 978-950-04-0922-3 (950-04-0922-4)
Estructura: [s.d.]
Información sobre impresión:
Primera edición en offset: 5.000 ejemplares.
Impreso en Imprenta de los Buenos Ayres S.A.I.C., Galicia 1860, Buenos Aires, diciembre de 1989

Información de contracubierta:
Mark Girland había trabajado antes para la CIA. Pero sólo por dinero. Sus únicos intereses eran las mujeres y el efectivo constante y sonante. Cuando el jefe del departamento de Europa Occidental le ofreció ir a Praga, aceptó la misión. Lo consideraban apenas un peón descartable en un juego de vastos alcances. Pero Girland podía y sabía jugar sucio si era necesario.
Esta vez invito yo es otra obra maestra de violencia e intriga del gran Chase. Un pantallazo fascinante del mundo del espionaje internacional.

Información de solapas:
James Hadley Chase (René Raymond) nació en Londres, estudió en Rochester y vivió durante un tiempo en Francia. Escribió más de ochenta novelas policiales, que llevan vendidos alrededor de veinte millones de ejemplares en el mundo y lo colocaron a la cabeza de los escritores del género. Aunque nunca viajó a los Estados Unidos, suele describir a la sociedad norteamericana en forma muy dura, generalmente certera.

“Un maestro en el arte del engaño.”
New Statesman

“Chase es un novelista nato... Aparte de Graham Greene (a quien Chase se acercaba de vez en cuando), es el único que consiguió expresar romanticismo y pureza —por no decir puritanismo— a través de la violencia y el realismo de la escuela dura norteamericana.”
Le Monde

“Un sorprendente narrador de historias. No hay momentos aburridos con él. Todas sus tramas tienen destreza técnica, suspenso y escalofríos garantizados. Uno se deja llevar mientras lee sin parar. No hay nada más placentero que una obra de este excelente artesano.”
L’Express

“Si usted busca entretenimiento, no podrá encontrar algo mejor.”
The Times

“La manera en que construye la trama, capa sobre capa, es tan efectiva... la tensión crece...”
The Sunday Times

viernes, 24 de julio de 2020

MALLORY, de James Hadley Chase (Diana)

Título: Mallory
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: Mallory (1950) \ Nº 1 en la serie “Martin Corridon”
Traducción: René Cárdenas Barrios
Editor: Editorial Diana (México)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1971-04
Descripción física: 191 p.; 11x16,5 cm.
Serie: Colección Caimán #480
Estructura: 14 capítulos con varios subcapítulos cada uno
Información sobre impresión:
Esta edición de 10,000 ejemplares se terminó de imprimir el día 15 de abril de 1971 en los talleres de la Editorial Diana, S.A. Tlacoquemécatl y Roberto Gayol. México, D.F.

Información de cubierta:
Misión: matar a Mallory

Información de contracubierta:
El beso helado de la muerte...
Un sonido espeluznante lo hizo ponerse de pie e ir hasta la puerta. Antes de que pudiera abrirla, la casa se sacudió con un choque tremendo en el vestíbulo. Después, él abrió la puerta... ella yacía, al pie de la escalera, en un montón informe, con la cabeza flexionada hacia atrás en un ángulo horrible, anormal. Una larga pierna desnuda apuntaba hacia arriba, por la escalera a oscuras, como un índice acusador...

viernes, 29 de marzo de 2019

PRESUNTAMENTE VIOLENTO, de James Hadley Chase (Emecé)

Título: Presuntamente violento
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: Believed violent (1968)
Traducción: Mary Williams
Cubierta: Eduardo Ruiz (diseño)
Editor: Emecé Editores (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1994-07
Descripción física: 214 p.; 14x20 cm.: solapas
Serie: Grandes maestros del suspenso
ISBN: 978-950-04-1409-8 (950-04-1409-0)
Estructura: 7 capítulos
Información sobre impresión:
Impreso en Imprenta de los Buenos Ayres S.A.I. y C., Carlos Berg 3449, Buenos Aires, julio de 1994.

Información de contracubierta:
Paul Forrester era ingeniero, uno de los mejores expertos en misiles. Había desarrollado un metal ultraliviano. Muchos querían apoderarse del secreto: el Pentágono, los chinos, los rusos, y sobre todo Herman Radnitz, oscuro empresario capaz de vender cualquier cosa por un buen precio. Pero Forrester estalló al encontrar a su mujer en la cama con otro hombre. Ahora está encerrado en un asilo exclusivo, vigilado de muy de cerca por el gobierno norteamericano. En algún lugar de su mente torturada guarda la fórmula. Radnitz tiene que conseguirla cueste lo que cueste. Aunque eso signifique una pila de cadáveres...
Una novela vertiginosa, en la que Chase, como de costumbre, mantiene en vilo al lector hasta la última página.

Información de solapas:
James Hadley Chase (René Raymond) nació en Londres, estudió en Rochester y vivió durante un tiempo en Francia. Escribió más de ochenta novelas policiales, que llevan vendidos alrededor de veinte millones de ejemplares en el mundo y lo colocaron a la cabeza de los escritores del género. Aunque nunca viajó a los Estados Unidos, solía describir la sociedad norteamericana en forma muy dura, generalmente certera.

“Chase es un novelista nato... Aparte de Graham Greene (a quien Chase se acercaba de vez en cuando), es el único que consiguió expresar romanticismo y pureza —por no decir puritanismo— a través de la violencia y el realismo de la escuela dura norteamericana.”
Le Monde
“Un sorprendente narrador de historias. No hay momentos aburridos con él. Todas sus tramas tienen destreza técnica, suspenso y escalofríos garantizados. Uno se deja llevar mientras lee sin parar. No hay nada más placentero que una obra de este excelente artesano.”
L’Express
“Si usted busca entretenimiento, no podrá encontrar algo mejor.”
The Times
“La manera en que construye la trama, capa sobre capa, es tan efectiva... la tensión crece...”
The Sunday Times
“Un maestro en el arte del engaño.”
New Statesman

ADAPTACIÓN AL CINE:
Présumé dangereux, película para televisión dirigida en 1990 por Georges Lautner, fue adaptada para una serie francesa de cuatro telefilms sobre Tom Lepski, uno de los personajes más importantes en la obra de Chase. El elenco estuvo integrado por Michael Brandon (Tom Lepski), Sophie Duez (Antonella), Robert Mitchum (Prof. Forrester), Francis Perrin (Durieux), Marie Laforêt (Thea) y Mario Adorf (Radnitz). En España se conoció como Impulso violento.

viernes, 27 de octubre de 2017

UN LOTO PARA MISS QUON, de James Hadley Chase (Bruguera)

Título: Un loto para Miss Quon
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: A lotus for Miss Quon (1962)
Traducción: Inés Oyuela de Estrada
Cubierta: Neslé Soulé
Prólogo: Juan Carlos Martini
Editor: Editorial Bruguera (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1979-11
Descripción física: 220, 4 p.; 10,5x17,5 cm.
Serie: Libro amigo #1502-693. Serie Novela negra #40
ISBN: 978-84-02-06689-3 (84-02-06689-5)
Depósito legal: B. 33.113-1979
Estructura: prólogo, 14 capítulos con varios subcapítulos cada uno
Información sobre impresión:
Impreso en los Talleres Gráficos de Editorial Bruguera, S.A.
Carretera Nacional 152, km 21,650. Parets del Vallès (Barcelona) - 1979

Información de contracubierta:
Steve Jaffe trabaja para una compañía naviera en la ciudad de Saigón. Son los primeros años de la injerencia americana en Vietnam del Sur, y en aquel escenario oscurecido por el espanto de una sorda guerra, Jaffe se aburre enormemente. Pero un día conoce a la vietnamita Nhan Lee Quon. Y otro descubre sin proponérselo, un montón de diamantes valorados en dos millones de dólares, momento en que además, casi involuntariamente, mata a Haum, su escrupuloso criado nativo. De inmediato, el vaho de aburrimiento que acosa a Jaffe, es barrido por una ola de violencia y por la desesperante espera para poder cumplir su plan: apropiarse de los diamantes y huir de Saigón con Miss Quon.
Un proyecto verdaderamente ambicioso que muchos están empeñados en impedir.

Información de página inicial:
James Hadley Chase (su verdadero nombre es René Raymond; utiliza también los seudónimos de James L Docherty, Raymond Marshall y Ambrose Grant) nació en Londres en 1906. Estudió en Rochester y, posteriormente, fue director de la revista de la RAF. En la actualidad se dedica exclusivamente a escribir novelas policíacas, de las que ha publicado más de cincuenta.

ADAPTACION CINEMATOGRÁFICA:
Lotosblüten für Miss Quon fue dirigida por Jürgen Roland en 1967 y protagonizada por Lang Jeffries (Mark Jason), Francesca Tu (Nhan Lee Quon), Werner Peters (Charlie Lee), Daniel Emilfork (Inspector Gonsart), Sal Borgese (Jojo), François Cadet (Wade), Christa Linder (Stella), Luciana Paoli (Anita), Kam Re (Lam Than) y Tien Tan (padrino). No pude saber si se estrenó en español.

viernes, 29 de septiembre de 2017

EL BUITRE PACIENTE, de James Hadley Chase (Emecé)

Título: El buitre paciente
Autor: James Hadley Chase (1906-1985)
Título original: The vulture is a patient bird (1969)
Traducción: Kicsi Schwarcz
Ilustración de cubierta: José Bonomi
Editor: Emecé Distribuidora (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1976-03
Descripción física: 218 p.; 11x18,5 cm.
Serie: Colección El séptimo círculo #284
Estructura: noticia, 9 capítulos
Información sobre impresión:
Buenos Aires, marzo de 1976
Primera edición: 18.000 ejemplares.
Editor y distribuidor: Emecé Distribuidora, S.A.C.I.F. y M. - Alsina 2061, Bs. As.
Impresor: Compañía Editora Argentina S.A. - Alsina 2049, Bs. As.

Información de contracubierta:
Kahlenberg, millonario y obsesivo coleccionista de objetos de arte, le roba a un coleccionista rival un famoso anillo envenenado que perteneció a César Borgia.
El museo de Kahlenberg está escondido en la cordillera de Drackensberg y sólo puede ser alcanzado a través de peligrosas ciénagas y la densa selva de Basutoland.
Un criminal, un contrabandista y un cazador, junio con una hermosa mujer, que ha de actuar como su caballo de Troya, son contratados para recobrar el anillo. El buitre paciente es la apasionante historia de sus aventuras y demuestra una vez más que muy pocos escritores pueden llegar al nivel de Chase en el manejo del suspenso.

Noticia de página preliminar:
James Hadley Chase nació en Londres en 1906. Está casado con Sylvia Ray. Estudió en Rochester y vivió durante un tiempo en Francia. Fue director de la revista de las Reales Fuerzas Aéreas. Ha escrito más de cincuenta novelas policiales, que lo han colocado a la cabeza de los escritores del género. Es para muchos críticos el “Maestro”, tanto por su estilo como por su inventiva. Según un crítico francés de “La Revue de Paris” es uno de los pocos escritores de novelas de intriga que siempre está en condiciones de contestar inteligentemente la pregunta: “¿Qué ocurre después?” Entre sus obras podemos mencionar: A Lotus for Miss Quon, What’s Better than Money?, A Coffin from Hong Kong, Just Another Sucker, One Bright Summer Morning, The Way Cookie Crumbles, An Ear to the Ground, The Whiff of Money, Like a Hole in the Head, Not Safe to be Free, Want to Stay Alive?, You Are Lonely When You’re Dead, You’re Dead without Money, Lay her among the Lilies, etcétera. Gran parte de sus novelas han sido llevadas al cinematógrafo en Francia, Inglaterra, Italia y Alemania. Ha publicado, asimismo, numerosas novelas policiales con el seudónimo de Raymond Marshall.

MI COMENTARIO:
El buitre paciente es una novela atípica en la obra de James Hadley Chase. A diferencia de su mundo de policías, detectives privados, espías gubernamentales, ladrones y maleantes varios, este relato es una combinación de historia de mercenarios, viaje de aventuras por lugares exóticos y novela de espionaje corporativo, todo dentro de la atmósfera noir que Chase imponía a sus novelas.
De un lado está Armo Shalik, un brillante empresario del espionaje privado. Chase cuenta así la historia de su ascenso:

Unos diez años atrás, Armo Shalik, harto de su forma mezquina de vida, informó por medio de un discreto aviso en un diario egipcio, que estaba dispuesto a aceptar cualquier trabajo, que presentara dificultades, por una paga razonable. Recibió sólo una contestación, pero fue suficiente, ya que su cliente era un príncipe árabe que deseaba obtener informaciones secretas concernientes a un futuro convenio de petróleo entre un rival suyo y una compañía de petróleo americana. Usando el dinero del príncipe y su propio cerebro, Shalik consiguió la información. El convenio le reportó 10,000 dólares netos, una paga suficientemente modesta, pero el príncipe quedó agradecido y corrió la voz de que si se estaba en dificultades, si se quería obtener información secreta, Shalik era el hombre que había que consultar.
Al año siguiente, con el capital que había ahorrado, se mudó a Londres. Adquirió una pequeña lista de clientes muy adinerados que lo consultaron continuamente. El dinero, por supuesto, no era ninguna objeción. Los honorarios de Shalik se elevaron bruscamente, pero siempre ahorraba. Entre sus clientes estaban tres petroleros millonarios de Texas, cuatro príncipes árabes, dos mujeres americanas enormemente ricas, un magnate griego, un despachante de aduana y una cantidad de industriales ingleses, franceses y alemanes.
A menudo decía:
—Nada es imposible teniendo una cantidad ilimitada de dinero y cerebro.
Se detenía para mirar fijo a su cliente.
—Usted suministrará el dinero... yo el cerebro.

Del otro lado se encuentra Max Kahlenberg, un excéntrico y misterioso millonario, coleccionista de alto vuelo, que vive recluido en su fortaleza de las montañas de Drakensberg, en Sudáfrica.

Es enormemente rico [cuenta Shalik]. Tiene un apremio compulsivo por adueñarse de los mejores tesoros de arte que puedan caer en sus manos. Es extremadamente inescrupuloso. Tiene una cadena de ladrones expertos en arte que trabajan para él. Han robado objetos de arte de los más grandes museos, y hasta del Vaticano, para llenar su museo, el que, sin duda es el mejor del mundo. [...] Conocí a su padre, un alemán refugiado de la primera guerra mundial, que se encontró rico, al descubrir una de las más grandes minas de oro, justo en las afueras de Jo’burg. El viejo Karl Kahlenberg era astuto y nada tonto. Invirtió bien el dinero y ordeñó su mina hasta que estuvo seca. Por lo que oigo, terminó con millones. Se casó con una chica del lugar cuando tenía más de sesenta años. Lo hizo porque quería un hijo que continuara el apellido. Lo tuvo: Max Kahlenberg. Hubo un verdadero misterio alrededor de su nacimiento. Ninguno, excepto el médico y la enfermera vio el bebé. Hubo rumores de que era anormal... algunos hasta dijeron que era un monstruo. De todos modos, ninguno posó sus ojos sobre el bebé. El viejo murió en un accidente en una cacería. La señora Kahlenberg se mudó de Jo’burg y construyó una casa en el corazón de la cordillera de Drakensberg. Continuó escondiendo a su hijo, apartándose de todo contacto social. Murió hace unos veinte años atrás. Max Kahlenberg sigue siendo un recluso. Se supone que es tan inteligente como el padre. Agrandó la casa que construyó su madre. Tiene alrededor de cien millas cuadradas de selva rodeándola y emplea una cantidad de zulúes entrenados, para mantener a los excursionistas, turistas y boquiabiertos alejados de la casa.

Kahlenberg tiene en su poder el anillo de César Borgia, una reliquia de valor inconmensurable. Shalik contrata a tres mercenarios, Lew Fennel, Kennedy Jones y Garry Edwards, para que penetren la mansión del multimillonario y roben la sortija. Los tres irán a Sudáfrica acompañados de Gaye Desmond, su colaboradora y espía, una modelo especialista en “sexpionaje”, que le reportó grandes ganancias con su trabajo. Lo que no sabe Shalik es que Kahlenberg conoce sus planes, ya que se infiltró en su organización mediante Natalie Norman, su propia secretaria. Ella fue chantajeada por Charles Burnett, presidente del National Bank de Natal (propiedad de Kahlenberg), utilizando a Daz Jackson, un vividor que se encargó de seducir y enamorar a Natalie para finalmente presionarla y exigirle dinero, el cual pudo obtener con Burnett, a cambio de realizar grabaciones secretas de las reuniones de Shalik. Después que Natalie entregó a Burnett las cintas que revelan el plan de robo del anillo, Burnett le paga como había acordado; sin embargo, luego de tomar el dinero, Daz la abandona cínicamente, rompiéndole el corazón. Natalie, deprimida, se suicida. Chase lo cuenta con el estilo noir desalmado que lo caracterizaba:

Fue a la cocina moviéndose lentamente como una sonámbula y encontró un pequeño y afilado cuchillo de cortar verduras. Llevándolo consigo, se detuvo para echar cerrojo a la puerta principal, luego entró al baño. Abrió las canillas de la bañadera y se quedó parada en un oscuro aturdimiento hasta que estuvo medio llena de agua templada. Tiró los zapatos y se metió dentro. Su pollera tableada se infló y la presionó hacia abajo. Sintió el remojo reconfortante del agua en su desesperanzado cuerpo, a través de sus ropas.
Se quedó inmóvil. ¿Dolería? Decían que era la forma más fácil de morir. Apretando los dientes, llevó la amada hoja hacia la muñeca izquierda. Cortó hondo y contuvo un llanto de dolor. El cuchillo se le escapó de la mano. Por un breve instante, miró el agua que la rodeaba, que ahora se ponía rosada y se iba oscureciendo, luego cerró los ojos.
Se quedó allí tendida, pensando en Daz con su hermosa cara y su largo pelo enrulado y su hermoso y fuerte cuerpo hasta que lentamente se deslizó fuera de la vida, una vida que ya no le servía.

Shalik se entera de la muerte de la chica y de la existencia de las cintas; de todas formas, decide seguir con sus planes. Los mercenarios y Gaye viajan a Sudáfrica. Después de un tortuoso viaje —donde Fennel incuba la venganza por intentar propasarse con Gaye sin lograrlo—, llegan a la mansión de Kahlenberg, quien los recibe amistosamente, tomándolos como fotógrafos de una revista naturalista. Al intentar la sustracción de la antigua joya, son atrapados. Kahlenberg no los castiga, sino que les impone un extraño juego: los libera con la condición de que serán perseguidos por sus zulúes, luego de un breve tiempo de gracia. Si son incapaces de pasar los límites de su propiedad, serán asesinados. La huida por selvas y pantanos será atroz. Además, el anillo de Borgia tiene un secreto: Kahlenberg le agregó veneno para que renueve su famosa función de matar silenciosamente. La Muerte realizará su cosecha, hasta llegar al mismísimo Shalik...
El buitre paciente es una novela poderosa, atrapante, que mantiene su tono pesimista, con personajes que parecen funcionar sólo por sus pulsiones de ambición, avaricia y deseo. Chase fue reconocido como el celebrador del mal. Aquí queda en evidencia ese mote.


ADAPTACIONES AL CINE Y LA TV:
En 1991 se estrenó en la televisión italiana una película de dos partes basada en la novela de Chase. L'avvoltoio può attendere fue dirigida por Gian Pietro Calasso; participaron Donald Pleasence (Shalik), Bruno Bilotta (Kahlenberg), Michela Rocco di Torrepadula, Roland Waden, Valeria D'Obici, Massimo Serato, Sasha D'Arc, Bruno Corazzari y Luigi Amodeo.


Curiosidad: en 1978, se estrenó en la India una coproducción indo-norteamericana llamada Shalimar, inspirada parcialmente en la novela de Chase. Fue dirigida por Krishna Shah. El elenco combinó actores indios y extranjeros: Dharmendra (S.S. Kumar), Zeenat Aman (Sheila Enders), Rex Harrison (Sir John Locksley), Sylvia Miles (Countess Rasmussen), John Saxon (Col. Columbus), O.P. Ralhan (K.P.W. Iyengar, Romeo) y Shammi Kapoor (Dr. Bukhari). En la India se produjeron varias películas basadas en la obra de Chase.