También conocida como: ¿Nos traicionará el presidente?
Director: Juan Fernando Pérez Gavilán
Guión: Juan Fernando Pérez Gavilán, Víctor Ugalde, Juan
Miguel de Mora (novela original)
Intérpretes: Alberto Pedret (presidente de la República),
José Carlos Ruiz (general Jacinto Peña), Martha Roth (esposa del presidente),
Bruno Rey (Lopez Perez, secretario de estado), Luis Couturier (coronel
Perkins), Evangelina Elizondo (señora Rodríguez)
Sinopsis: Se acercan
las elecciones y el presidente de México debe nombrar a su candidato para
sucederlo. Un grupo reaccionario lo presiona para que elija a quien ellos
quieren. El presidente se resiste a costa de sufrir varios intentos de
asesinato.
MI COMENTARIO:
MI COMENTARIO:
El
presidente de México recibe varios mensajes amenazantes en su despacho, que lo
presionan para que elija a determinado personaje como candidato del partido
oficial para las próximas elecciones. El grupo conspirador parece sostenido e
incentivado por la CIA (en una parte significativa, se lee un fragmento del
libro de Marchetti y Marks “The CIA and the cult of intelligence”, que
denunciaba las actividades de la Agencia). Paralelamente, envían a dos
delegados militares extranjeros (aparentemente uno estadounidense y otro
argentino) para sobornar al general Jacinto Peña con el objetivo de encabezar
un golpe de estado para derribar al presidente en caso que no acepte la
proposición. Después de analizarlo, el presidente decide resistir: en una
cadena televisiva nacional, denuncia la extorsión internacional y defiende los
principios de neutralidad y soberanía de México. Al mismo tiempo, el general
Peña desarticula el golpe que supuestamente apoyaba y reafirma su lealtad al
presidente y la democracia. Es la película política más optimista que vi (por
momentos parece un film de propaganda): muestra a un presidente sofisticado,
eficaz y moralmente incorruptible (gran actuación de Alberto Pedret), erigido
como defensor del orden constitucional y las tradiciones democráticas de su
país. Sin embargo, en su discurso final expone un lineamiento bastante inclinado
a la izquierda; incluso, defiende los regímenes de países como Cuba y la
entonces sandinista Nicaragua, y es claro en responsabilizar a los Estados
Unidos del complot (luego de su exposición, recibe un llamado del presidente
norteamericano que lo felicita y aclara que los conspiradores serán juzgados).
La película, un canto al nacionalismo mexicano, en cierta forma propició el
advenimiento de un presidente de cuño progresista, como prometía ser Cuauhtémoc
Cárdenas Solórzano, candidato a presidente del Frente Democrático Nacional en
las elecciones de 1988, las que supuestamente fueron adulteradas, permitiendo
el triunfo del priísta Carlos Salinas de Gortari.
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